Un reciente informe que se origina en el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) refleja una interesante estadística sobre el movimiento de las ventas de textiles bolivianos al exterior, operación que en diez meses de la pasada gestión (enero-octubre) generó un movimiento económico de casi 27 millones de dólares recuperables de manera directa por los exportadores.
Las actuales ventas son sólo una parte de lo que se alcanzaba anteriormente sólo en el mercado de EE.UU. bajo la exención tributaria de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas, conocida por su sigla en ingles Atpdea, que significaba favorecer la venta directa de los textiles bolivianos sin impuestos a un mercado de gran volumen de compras, seguro en sus transacciones, previsible en ciertas temporadas, pero sobre todo de un impresionante movimiento que no puede ser sustituido.
La reciente referencia del IBCE menciona las ventas de textiles bolivianos a cuatro países de nuestra región, el caso de Venezuela que adquiere nuestros productos por un valor de hasta 18 millones de dólares, luego Argentina que compró por un monto de 1,5 millones, Brasil lo hizo con 1.2 millones y aún sin el Atpdea, EE.UU. nos compró por un valor de 6.3 millones de dólares, la suma que pasa de los 26 millones no satisface la expectativa del sector textilero que hasta antes de suspenderse la ventaja del Atpdea, vendía sólo al mercado norteamericano cerca de 40 millones de dólares.
Con los mercados alternativos gestionados antes países “amigos” por el Gobierno nacional no se logra la comercialización de toda la producción nacional que lamentablemente deberá disminuirse debido a la burocracia latente en las operaciones actuales, en la demora de recuperación de pagos y en los límites que los compradores asignan (cupos) a nuestros productores.
El panorama que nos muestra el IBCE, no deja de ser preocupante, de manera especial en ciertas regiones del país, el caso de Oruro por ejemplo, distrito en el que se perfilaban con muchas posibilidades por lo menos una decena de medianos y pequeños talleres que se especializaron en la producción de textiles y en el uso de materia prima de alta calidad, lanas de alpaca, vicuña, llama y oveja, con una innovada técnica de mezcla, preparación y tratamiento previo de las lanas para presentar unas prendas de inmejorable calidad. De momento esos proyectos están paralizados
Se puso en vigencia —temporal — un apoyo crediticio para productores que fuesen afectados por la reducción de mercados externos, es el caso de muchos emprendimientos en El Alto, La Paz y también Oruro, por lo que es urgente la aplicación de ciertos correctivos a esa medida oficial para permitir a una gran parte de productores solventar sus operaciones actuales y respaldarse de algún modo frente a las limitaciones de exportación, esperando que se hagan viables, preferentemente ampliadas las ventas de los textiles bolivianos a más mercados de la región y ojalá, se recupere plenamente el de Estados Unidos.
Todo depende de armonizar una vez más los acuerdos binacionales sobre control de drogas y narcotráfico, satisfaciendo las expectativas de control y garantizando la seguridad nacional para no seguir siendo parte de un aparato ilegal y peligroso que afecta la economía y deteriora nuestra imagen nacional. Coca y narcotráfico no deben alterar nuestros sistemas productivos, como el de textiles por ejemplo.
Fuente: LA PATRIA
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