La Tierra: Madre a la que debemos respeto

En abril de 2010 el Gobierno boliviano se colgó el cartelito de “defensores de los derechos de la Madre Tierra”, durante la Cumbre sobre el Cambio Climático, realizada en Tiquipaya, Cochabamba, pero en esa misma reunión internacional dejaron de lado el tema de los bosques, ya que se tenía a la vista la construcción de la carretera que pasaría por el corazón del Tipnis.

Un par de años después, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, anunciaba que la carretera que uniría los departamentos de Beni y Cochabamba, aunque pasaba por el corazón del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), ingresando por el medio de la selva virgen, se construiría “sí o sí”.

En el ínterin, se denunció que la selva del Tipnis ya no es virgen debido a que existirían poderosos empresarios madereros que explotaban indiscriminadamente y de forma ilegal la riqueza forestal del lugar, sin embargo, todo quedó en denuncia y teniendo la ley en sus manos, además de la obligación de regular dicha situación no se hizo absolutamente nada, ningún gamonal maderero, además ilegal, está en la cárcel, ninguna persona tiene un proceso penal por la destrucción de esa área protegida.

Asimismo, se hizo caso omiso a que la ley que protege los parques nacionales no permite que se toquen esas áreas. Se dijo que para que no se afecte al corazón del Tipnis se haría una carretera ecológica, pero ¿será posible que una carretera pueda llamarse ecológica?

Esa y otras cuestiones sobre el descuido del medio ambiente en Bolivia es preocupante, porque en el taller sobre Periodismo y Medio Ambiente organizado por las fundaciones para el Periodismo y Friedrich Ebert salió a la luz pública el hecho de que este país está en el puesto 36 en el ranking mundial de impacto ambiental.

Si los gobernantes de Bolivia se colgaron el cartelito de “defensores de la Madre Tierra” deberían comenzar por respetar a esa “madre” y predicar con el ejemplo para que el resto de los ciudadanos imite su acción de observancia.

Fuente: LA PATRIA