Martes 21 de mayo de 2013
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La Central Obrera Boliviana y los Comités Cívicos, son iconos indestructibles por ser máximas representaciones de trabajadores y organizaciones del pueblo que luchan por reivindicaciones obreras y el desarrollo integral de las regiones.
Resulta nada ético en pretender refundar la COB, porque con ese paso se daría lugar al desconocimiento del fuero sindical, poniendo al servicio del gobierno de turno una organización apócrifa desde donde se condicionará la forma como se debe desenvolver el proletariado.
La Central Obrera Boliviana, permitió que nuestro país sea reconocido como la nación capaz de encarar transformaciones de envergadura, siendo parte de ello el hecho de que los trabajadores bolivianos se unifiquen en torno a su ente matriz para lograr mejores condiciones de vida y que el esfuerzo laboral sea reconocido con un justo salario.
Juan Lechín Oquendo, legendaria figura todavía recordada por los trabajadores, fue el artífice de la unidad obrera, al lograr que la COB aglutine a todos los sectores, siendo los mineros, pilares de las conquistas sociales.
Por tanto, prevalecerá por siempre la existencia de la Central Obrera Boliviana y no habrá fuerza que la derrote o quiera hacerla desaparecer, tal como pretende el Movimiento al Socialismo, utilizando organizaciones espurias alineadas en el entorno del Presidente de la República, don Evo Morales, quien parece haber olvidado su carrera sindical, al extremo de poner en riesgo la estabilidad democrática, que al final lo encumbró en el cargo que actualmente ocupa.
