Pese a las gestiones que cumplen de manera insistente los ejecutivos de la Caja Nacional de Salud (CNS) en la regional de Oruro ante los personeros de la administración nacional para contar con más ítems para personal médico, la deficiencia es notoria y se aprecia en las largas filas y las horas de espera que hacen los asegurados para recibir atención médica preventiva en los diferentes consultorios de la entidad.
El registro actual de afiliados a la regional de la CNS señala que hay más de 205 mil asegurados, lo que significa un 48 por ciento del total de la población del distrito, sin tomar en cuenta otros seguros y otros sistemas especializados como el SUMI por ejemplo, u otros que se encargan de coberturas definidas que se atienden en consultorios de entidades privadas y eventualmente.
Los servicios médicos en las denominadas “consultas externas” son los más requeridos diariamente por centenares de pacientes en busca de alivio inmediato a sus males o con carácter preventivo frente a contingencias que exigen un control para la correspondiente medicación continua y el cuidado regular de la salud, situación que origina la congestión de personas en los diferentes turnos y dependencias del seguro, produciendo reclamos muy acentuados por falta de médicos que puedan atender con mayor rapidez y calidez a los pacientes que en muchos casos deben hacer turno desde muy temprano en las mañanas.
Otra es la molestia y sufrimiento de asegurados que son “derivados a consultorios de especialidades”, en el Hospital Obrero, donde la espera y en algunos la obtención de una ficha demora bastante y hasta se dan frecuentes casos en que los pacientes son programados para recibir servicios en los próximos cinco a siete días. La causa, falta de médicos especialistas y consultorios adecuados.
Sólo las emergencias, y hay que entender las mismas como el estado sumamente grave de algún paciente para que pueda ser atendido en ese nivel y aún con una serie de trabas y hasta obligaciones que generalmente deben cumplir los familiares para encaminar adecuadamente la atención de urgencia necesaria y que en algunos casos puede demorar otra vez por carencia o ausencia de un médico cirujano y especialista o por falta de espacio en algunas de las salas, casi siempre ocupadas por enfermos graves.
Bajo condiciones adversas se desarrollan las actividades en el Hospital Obrero y los policonsultorios, en ambas situaciones atestados de ciudadanos delicados de salud y sometidos a molestias e incomodidades por el tiempo que deben esperar para recibir la atención médica, que fuera de cualquier contingencia particularizada, siempre es factor de riesgo y de urgencia y por lo mismo merece extrema consideración.
Está visto que el gran problema del seguro social es el déficit de personal profesional y de manera particular de especialistas, por tanto corresponde que por los canales más expeditivos se insista ante las autoridades locales de la CNS y estas ante la superioridad nacional para que se dispongan de más ítems y se contrate a profesionales con determinada experiencia para los casos que se atienden en el Hospital Obrero y donde según muchos asegurados se observa la nutrida presencia de “practicantes” o nóveles médicos que deberían cumplir su entrenamiento en otras circunstancias que no signifique responsabilidad directa sobre la salud y la vida de muchos asegurados.
Fuente: LA PATRIA
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