Ver al Papa Juan Pablo II en Oruro fue como ver a Dios
11 may 2013
Fuente: LA PATRIA
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Hace 25 años, las lágrimas de miles de orureños brotaban de emoción, al ver recorrer en el papamóvil al Papa Juan Pablo II, debido a la emoción de admirar y tener cerca como un resplandor en el cielo, al representante de Dios, recordó emocionado el periodista Juan Laura Andrade.
En su visita a Oruro, el Papa recibió un guardatojo de un minero de Catavi, que llorando, nominó al Santo Padre como un minero más, “creemos en Dios Padre Santo”, dijo el hombre. También una pareja de campesinos le entregó un poncho.
Luego una mujer, entregó una olla vacía, para graficar la carencia de alimentos que se vivía en la época, posterior a la relocalización que provocó de-
sempleo en los centros mineros. La mujer cargaba una niña en las espaldas, en medio de llanto manifestó la fe plena del pueblo católico y el Santo Padre llevó su mano hasta el rostro de la madre, para secar sus lágrimas y besó a la criatura en la frente.
Este mes, se cumplen 25 años de la llegada a Bolivia del Papa Juan Pablo II, un hecho histórico que recuerdan con mucho cariño los orureños a pesar del tiempo; porque las escenas que les tocó observar caló en su mente para toda la vida, uno de ellos, Juan Laura, periodista que estuvo apoyando en la organización de la actividad preparada para dicha oportunidad. Oruro recibió a su Santidad al ritmo de la diablada y saludos con pañuelos blancos, donde sobresalían representantes de los chipayas.
“Busquen sin descanso la armonía en la justicia y en la libertad. Pongan en juego su sentido de fraternidad y sigan siempre el camino del diálogo, de la comprensión, de la colaboración pensando en el bien de todos”, refirió en esa oportunidad Juan Pablo II, el Papa viajero.
Su Santidad, visitó La Paz, Oruro, Cochabamba, Sucre, Santa Cruz, Tarija y Trinidad, motivo por el que todo el país se paralizó entre el 9 al 14 de mayo de 1988, desde el momento que de-
scendió del avión del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB) y lo primero que hizo fue besar el suelo boliviano, para tomar contacto con trabajadores mineros, obreros, campesinos que llegaron de todas las provincias y otras regiones del país.
“Deseo entrar en todos los hogares, al menos con el saludo o la bendición, mi deseo es sentirme y que me sientan cercano todos los bolivianos, particularmente los más débiles y necesitados, para que el mensaje del maestro prenda en sus corazones”, manifestó el Sumo Pontífice.
El Papa recibió como regalo el poncho de un campesino, el casco de un minero logrando de esta forma tener una mejor comunicación con la gente más pobre, quienes no se cansaban de entonar la canción que fue escrita en homenaje al Papa Juan Pablo II.
Sembradores de justicia y esperanza”, fue una de las frases más importantes de la canción que incluso antes de la llegada del Papa a territorio boliviano se escuchaba por los medios de comunicación visual y radial.
El 10 de mayo, llegó a El Alto, el 11 estuvo en Oruro uno de los instantes más importantes de su visita y algo que sería recordado no solo a nivel nacional, también internacional cuando un minero llorando, resumió los problemas por los que atravesaba este sector, quién le colocó el guardatojo de color rojo, imagen cuya réplica puede ser apreciada en el Santuario de la Virgen del Socavón.
Los mensajes del Papa Juan Pablo II hacen 25 años, tenían relación con temas económicos, políticos, sociales y culturales además de los religiosos y referidos a la fe y devoción a Cristo.
“Quiero hacer un llamado urgente a todos y cada uno de ustedes, a comprometerles con valentía, cada uno en su propio campo, a hacer de Bolivia una patria común donde no haya ni opresores ni oprimidos, ni señores ni esclavos, sino hermanos que se reconocen como tales y como tales se aman” dijo en otro de sus mensajes.
Fuente: LA PATRIA
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