Periodista: Paladín de la verdad y la libertad

El habitual trabajo de los hombres y mujeres de la prensa quizá no deja percibir el gran beneficio que reporta tener una noticia responsable, veraz, oportuna y honesta que significa transmitir los hechos considerados como información que produce conocimiento en las personas, más aún en este mundo global y donde la uniformidad del acontecer noticioso resulta una cotidianidad.

Esa información empero debe ser transmitida con plena y total responsabilidad para ser comprendida como la confianza y certeza que supone una respuesta efectiva del periodista a su público y su comunidad, como clara muestra de su entrega, dedicación, sacrifico, renunciamiento y hasta el apostolado que ejerce a favor de la construcción de una sociedad cada vez más exigente que espera ser informada al instante y de acuerdo como se desarrolla el curso de los acontecimientos. Eso supone vivir la realidad noticiosa en vivo y directo.

Consecuencia de esa labor, la Libertad de Información se constituye en el contrapunto del Derecho a la Información que es un bien ganancial de los ciudadanos, porque la Libertad de Informar pertenece a los medios y a los periodistas, lo que posibilita acceder a una información libre, honesta y veraz, posibilitando el ejercicio pleno de la Libertad de Expresión, reconocida como un derecho universal en el comportamiento de toda sociedad a partir del siglo XVIII.

Consecuencia de ese accionar, los medios de comunicación social sirven para materializar el ejercicio de la Libertad de Expresión y los periodistas son los custodios de esa libertad para materializar el derecho a la libre información a la que tiene el pueblo, como una evidencia de la vida democrática que está destinada a preservar los derechos y libertades de todos los ciudadanos.

Por eso resulta importante y es fundamental que los periodistas que trabajan en los medios de comunicación gocen de la protección e independencia necesarias para cumplir sus funciones a cabalidad, por ser los directos responsables de mantener informada a la sociedad, como requisito sine qua non para que esta tenga el goce y disfrute de la plena libertad de información y expresión a través del debate público y la libre opinión.

En la estricta aplicación de los derechos y deberes del periodista es importante reconocer que el Derecho de la Información y la Libertad de Prensa son una derivación del derecho a la libertad de pensamiento, de opinión, pero ante todo de expresión, considerando la información como parte de ella. Constituye el derecho que tiene para informar cada persona y, en el caso de la libertad de prensa un periodista, lo que conlleva a la libertad de acceso que tiene una persona para conocer la información y el derecho a las fuente de información libre y sin restricciones que debe tener el periodista para informar a su público, orientar a la ciudadanía y defender el derecho de la sociedad.

Es importante aclarar que el Derecho a la Información y sobre todo la Libertad de Prensa defienden el acceso a la misma, de manera irrestricta, siempre y cuando conocer tal información no dañe otros derechos legítimos de otras personas y afecte la honorabilidad de los ciudadanos, tomando en cuenta que “nadie podrá publicar como periodista lo que no pueda sostener como caballero”, como recomienda un viejo manual de redacción periodística.

Sólo así la Libertad de Expresión se constituye en la piedra angular y pilar fundamental de una sociedad democrática, que se materializa a través de los periodistas que son los formadores de opinión pública y se constituyen en custodios de esa libertad que permite como una condición manifiesta el goce y disfrute de las libertades democráticas ciudadanas a los partidos políticos, organizaciones gremiales y sindicales, comunidades, sociedades y organizaciones que demandan una participación directa en el quehacer cotidiano de una región o una nación, que se precia de preservar una auténtica vida democrática y el respeto pleno de sus valores con libertad y justicia.

Cumpliendo con estos preceptos se puede avanzar hacia la construcción de una Responsabilidad Social Ética del periodista, que entraña el desempeño de esta profesión considerado también el mejor oficio del mundo, por sus peculiares características de vocación de servicio y entrega al servicio de la sociedad, lo que hace que el periodista se constituya en el paladín de la verdad y la libertad, porque está destinado a cumplir ese rol en una sociedad dedicada a preservar sus derechos y libertades democráticas.

De esta forma existe la conexión directa de la conciencia con el pensamiento, de donde nace la libertad de pensamiento, de la cual es imposible separar la libertad conexa de hablar y escribir que no es otra cosa que la libre expresión o la Libertad de Expresión, cuya base es la conciencia misma del ser, para poder manifestar la integridad moral que tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la ética y la práctica de la virtud, postulados que juntos construyen la absoluta libertad de conciencia.

El resultado es la Libertad de Expresión o el derecho a la Libre Expresión que se constituye en el máximo de los postulados de los derechos humanos y resulta ser “un derecho humano universal” que debemos defender los periodistas para vivir sin limitaciones una auténtica y plena vida democrática, al servicio de la sociedad y en defensa de sus derechos, siendo quijotes de la libertad de información y libertad de prensa. Ojalá nuestros derechos y los del pueblo sean siempre respetados.

(*) Periodista