Al iniciar nuestra vida, soberana, independiente y republicana, nosotros los bolivianos, apenas nacimos con una población de 1.100.000 de habitantes y contábamos con un amplio y vasto territorio de 2.343.769 Km2. Si manualmente sacamos nuestra densidad de 1825, tendremos una densidad de 1/2 habitante por Km2, esta situación realmente era sorprendente y alarmante lo despoblada que se encontraba nuestra amada Patria. Con razón despertábamos, en nuestros vecinos intereses económicos, políticos, etc.
Y más aún, que la mayoría de los habitantes, se componían de zambos, negros e indígenas, dedicados a la servidumbre, obrajes, encomienda y mita. Negándoles, la oportunidad y acceso a la formación educativa, y un menor porcentaje de mestizos, criollos, terratenientes, dueños de la tierra, que en ese tiempo se creía que la base de la economía y desarrollo productivo era la Madre Tierra.
Esta oligarquía se dedicaba a la explotación, y discriminación, a los propios dueños originales de la tierra como eran los indígenas, negando oportunidades de acceso a leer y escribir.
Ahora han pasado 188 años de ese día histórico, cuando nuestros libertadores, con gran esfuerzo, pero a la vez con júbilo, de ver nacer, una nueva nación, nuestra querida Bolivia.
Actualmente, nuestro gobierno, asegura que debemos incrementar nuestra natalidad, que deben nacer más niños, pero no está tomando en cuenta el bienestar de los niños que llegarán, sin planificación, negándoles una calidad de vida adecuada a sus necesidades.
Y nos preguntamos, ¿será suficiente el bono Juana Azurduy de Padilla o el bono Juancito Pinto?
Para motivar, a crecer y aumentar, una población no planificada, nos parece que esos bonos, no son suficientes, vivamos nuestra realidad, agobiados por bloqueos, marchas y huelgas.
Si tomamos en cuenta los resultados del Censo 2012, vemos que somos 10.389.000 habitantes, y dividiendo con nuestra superficie de 1.098.581 Km2, tenemos una densidad de 10 habitantes por Km2. Es cierto que hemos crecido en población y disminuido en superficie.
También es verdad, que somos un país muy deshabitado, y no podemos compararnos con países en potencia, como los G-20, y países asiáticos que se encuentran muy poblados, como por ejemplo, la China que cuenta con 1.343.239.923 habitantes, llegando a tomar decisiones políticas drásticas de tener un solo hijo por matrimonio, caso contrario serán sujetos a sanciones, multas, etcétera.
Nosotros, no estamos preparados, para asumir este descontrol de nuestra natalidad, nuestro compromiso es escaso, no contamos con infraestructura, inversiones, industria, exportaciones, donde se puedan generar recursos y plasmarse como motivación en inyecciones económicas y comerciales, para brindar, satisfacciones personales y obtener una calidad de vida satisfactoria.
El Gobierno debe implementar, mecanismos, para crear fuentes de trabajo, fabricas, talleres, donde nuestras fuerzas de trabajo productivas deber ser capacitadas, canalizadas, y así podemos empezar a soñar con un futuro prometedor, ampliando nuestras exportaciones.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.