Ante la proximidad del 18 de enero y cuando faltan siete días para cerrar las inscripciones de candidatos a gobernador, consejeros y de alcalde y concejales, representantes de las agrupaciones políticas y ciudadanas buscan con gran afán candidatos y de manera recíproca, quienes dicen “cumplir los requisitos” andan en pos de patrocinio para incluir sus nombres en las listas que presentarán los partidos ante la Corte Nacional Electoral.
Está semana que se inicia será clave para definir quiénes podrán candidatear, no importa con qué sigla; lo desesperante será que se queden con el expediente bajo el brazo al no poder sumar las “recomendaciones” y “avales” que tanto sacrifico les costó conseguir, porque incluso llegaron al extremo de pedir los respaldos de favor con la promesa de “pagar la factura” una vez que sean elegidos.
Los dirigentes de los denominados movimientos sociales son los más interesados en cubrir esas 36 consejerías y 11 concejalías, porque la nominación de candidatos a gobernador y alcalde se define en la cúpula nacional de cada partido y tras “consensuar” con el propuesto y los dirigentes de las organizaciones que le avalan.
En nuestra capital ya aparecieron los serviciales y muy sacrificados defensores de la región, quienes hicieron grandes obras y hasta algunos que defendieron a sangre y fuego la administración del actual presidente Evo Morales y de la política diseñada por el gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS).
Con discursos de plazuela, cartas de recomendación y hasta autonombrándose asesores de los movimientos sin techo, sin tierra, pese a poseer propiedades y casas en la ciudad, aparecen en listas para exigir su promoción por intermedio de los jefes partidarios y en fin, otros aseguran que los dos últimos años estuvieron trabajando a favor del “cambio” y ahora reclaman candidatear por ser oriundos de Oruro, aunque si bien reconocen que desde hace tiempo ya no radican aquí.
Las organizaciones que integran los movimientos sociales, también condicionan la entrega de minutas o títulos propiedad de terrenos recién asignados a los vecinos que se ven obligados a pagar multas pecuniarias, si no asisten a las reuniones o cabildos donde se tienen que designar a los candidatos.
Así también existen otras agrupaciones que negocian los aportes económicos de los candidatos para incluirlos en las listas y darles un puesto de preferencia, en la “franja de seguridad”, además con el compromiso de “obedecer fielmente” las directivas de la cúpula partidaria y del operador político si son elegidos.
Al final de cuentas Las negociaciones se intensifican y todos se creen con derecho a candidatear, sin importar si cumplen o no los requisitos, porque si resultan elegidos, “los abogados serán los que arreglen cualquier cosa que falte”, así también están pululando por medios de comunicación para hacer conocer su mensaje salvador y su propuesta de trabajo para alcanzar el desarrollo y el progreso de Oruro.
Esas acciones son una clara muestra de la ausencia de liderazgo en la región, porque en las listas de precandidatos aparecen nombres de conocidos “personajes” políticos, que sin lugar a equivocarme tienen que estar afiliados en el POP, sigla que se lee de acuerdo a la conveniencia y el momento histórico político que vive el país para ser el Partido de la Oposición Permanente o simplemente el Partido del Oportunismo Permanente.
(*) Periodista
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