Jueves 09 de mayo de 2013
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Gracias a los inventos de genios en ciencia y tecnología, los humanos podemos desplazarnos más rápido y con menos fatiga de un lugar a otro, pues tenemos a disposición, y cada vez a precios más accesibles, los automóviles de diferentes tamaños y marcas, además de las motocicletas, que de igual manera se presentan en distintas variedades.
Sin embargo, a veces, como ya lo habíamos hecho notar con anterioridad, tantos adelantos y tanta tecnología en lugar de ayudar, perjudica.
Cuando uno camina por el casco viejo de la ciudad de Oruro, y de otras ciudades, se puede sentir claramente la molesta emisión de gases tóxicos que entran por nuestra narices y quizás llega hasta nuestros pulmones ocasionándonos patologías como el asma, rinitis, bronquioalveolitis y otras.
No se trata de llegar y quejarse de la molestia que resulta respirar esos gases, conocidos como smog, sino de hallar soluciones para evitar que esto continúe ocurriendo.
Para conseguir una disminución en la emisión de gases, que además tienen efecto invernadero en la Tierra, se debe menguar el parque automotor, por lo menos el que circula por las céntricas calles la ciudad, en el caso de Oruro.
Fuente: LA PATRIA