Un hecho incontrovertible es que la habilitación de rutas camineras asfaltadas que permitan un alto tráfico de vehículos representa dar vida propia a centenares de poblaciones en la ruta y miles de empleos, desde el trabajo de habilitación de esas plataformas asfaltadas y después por la prestación de servicios que sean localizados a lo largo de los tramos que ahora están de moda, especialmente en nuestro país abierto a más corredores bioceánicos.
Si bien para los orureños hay uno que es importante, vital para la sobrevivencia regional y que debe ser concluido cuanto antes y que llegará a Pisiga, uniendo desde un puerto de Brasil, en el Océano Atlántico, pasando por territorio oriental y accediendo desde el valle al altiplano orureño para llegar a un puerto del norte chileno en el Océano Pacífico y que está en su fase final de habilitación puede tener una variante hacia el Perú, sin que tal alternativa signifique eliminar lo avanzado y diseñado en la estrategia del desarrollo nacional que se ampliaría mucho más en la perspectiva de habilitar otro corredor para unir el Sur con el Oeste del país.
Hay que tomar esas iniciativas del desarrollo vial del país como un hecho altamente positivo, pues la habilitación de más carreteras asfaltadas significa un evidente proceso de integración nacional, pero simultáneamente una opción más para que en dos extremos de la geografía nacional se puedan optimizar las conexiones viales, como sucederá con el segundo corredor bioceánico que se originará en el sur nacional en Villazón para impulsar un comercio más fluido de importaciones y exportaciones desde y hacia la Argentina para alcanzar destino en el norte paceño y el Desaguadero, con vía abierta al Perú.
En todo caso este segundo corredor utilizará necesariamente territorio orureño por las condiciones favorables ya establecidas en la ventaja geopolítica que ofrece nuestro distrito como el distribuidor natural de mayores opciones para movilizar ordenadamente todo el flujo de carga que se origine en puertos externos o en los puntos fronterizos de intensa actividad comercial de nuestro territorio, hecho que nos permitirá eliminar el contrabando de ida y vuelta que ahora causa problemas a nuestra economía, cuando se habla de Villazón en el extremo sur y el Desaguadero en la zona norte paceña.
Oruro ha definido propiamente su estrategia de crecimiento en base a la exportación de sus recursos minerales, pero además activando su proyecto de desarrollo sostenible, como será el Puerto Seco, en el que lógicamente se presentarán más oportunidades de empleos, mayor flujo comercial con intenso tráfico de carga y almacenamiento de productos con la posibilidad de importadores y exportadores de elegir las rutas más apropiadas para llegar a los puertos que ofrezcan mejores condiciones para enviar o recibir todo tipo de carga que llegará a metas muy definidas en los futuros planes de un intenso comercio de tránsito por Oruro.
El Puerto Seco y los corredores bioceánicos configuran la alternativa más segura para garantizar el cumplimiento de metas que nos hemos fijado hace mucho tiempo y que todavía siguen siendo parte de proyectos que avanzan lentamente por falta de claras decisiones regionalistas que sean impulsadas coordinadamente por autoridades, en todos los niveles, apoyadas por los movimientos empresariales, cívicos y laborales para consolidar el objetivo de crecer sin depender del centralismo y avanzar autonómicamente en el cumplimiento de las metas que deben estructurarse tomando en cuenta la visión del progreso equitativo y justo.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.