Domingo 28 de abril de 2013
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Editorial y opiniones
La competitividad profesional universitaria y el comportamiento del ser humano
28 abr 2013
¿Es o no es necesario alcanzar mayores niveles de formación universitaria, en el mundo de hoy? • Por: Elba Viviana Yúgar Flores PH.D.
A medida que va transcurriendo el tiempo, el mundo universitario cada vez se va transformando y va acelerando ciertos modos de comportamiento del ser humano, avanzando en algunos casos positivamente o en otros en desmedro del conocimiento que aporte favorablemente a la ciencia.
La sobrepoblación de las aulas universitarias principalmente de pregrado en nuestro medio, se va produciendo por el crecimiento poblacional de nuestro país, porque cada vez la población quiere alcanzar niveles superiores en su formación educativa producto de la presión social, por el nivel económico cambiante en ciertos grupos poblacionales, en ciertos casos porque van logrando espacios en la función pública sin aún haber alcanzado niveles universitarios en su formación y requieren alcanzar esos niveles por la necesidad de establecerse en los mismos o por ascender a cargos de mayor jerarquía, lo cual parece ser saludable.
El ofrecimiento de niveles de formación cada vez más elevados, desarrollados y lanzados al mundo profesional por determinadas universidades nacionales con extensiones a otras ciudades y hasta al área rural, estableciendo alianzas con ciertas universidades internacionales o queriendo competir con universidades internacionales, la llegada de profesionales con mayores niveles de formación y grados alcanzados; hace que la población profesional se vaya tornando más afligida y en la misma se vaya ejercitando determinada presión social porque en la actualidad los niveles en ese sentido son de mayor competitividad. Sin embargo, determinada población al verse en esa situación quiere alcanzar niveles de formación aún incluso con máximas valoraciones a toda costa; ya sea anteponiendo el pretexto de que los docentes no les dan el contenido in extenso en el aula, como si conseguir el conocimiento en pleno siglo XXI deba ser de tipo transmisivo-conductista; que la bibliografía no está presente de forma física en las bibliotecas, cuando la misma se encuentra asentada en muchos espacios en redes de comunicación mediante las tecnologías de la información y comunicación; utilizando a su familia como si la misma fuera culpable de su retraso en su avance profesional; darse la tarea de mostrar a ciertos profesionales altamente competentes, sin valía, valiéndose incluso de los pocos grados alcanzados.