Miercoles 24 de abril de 2013

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El cierre de muchas fuentes de producción, la falta de garantías para las inversiones nacionales y extranjeras, los conflictos sociales que abundan, las políticas desacertadas del Gobierno, la disminución radical de exportaciones – con excepción del gas, minerales y algunas materias primas –, el miedo o temores que tienen muchos posibles inversionistas nacionales y las políticas que buscan estatizar o nacionalizar importantes fuentes de riqueza y generación de empleo, son factores determinantes para que la pobreza crezca indefinidamente.
En siete años de gobierno del MAS, muy pocas y magras son las inversiones realizadas en el país; las más esperan pacientemente un estado jurídico que garantice, apoye y promueva con mucho coraje y disciplina, las inversiones de capitales financieros, tecnológicos y humanos que ayuden a salir de la pobreza y la dependencia.
Un factor que determina temor y desconfianza para el trabajo, la inversión, la contratación de personal calificado y una producción permanente es la presencia de huelgas, paros, manifestaciones, ultimátums, bloqueos y otros extremos que no permiten tranquilidad a la población. La ocupación, allanamiento indebido, asalto, posesión o apropiación ilegal de cualquier propiedad por acción de quienes creen que esa propiedad “no cumple con las leyes y resulta de necesidad de las mayorías”, es otro grave problema que ha hecho desaparecer confianza y seguridad en pequeños negocios, compañías importantes, trabajos ocasionales y hasta en la actividad “gremialista” que vive con el temor de ser atacados.