Nuestras amigas las plantas

Hace algunas décadas, a fines del siglo XX, cuando los viajeros llegaban a Oruro, se topaban con un paisaje llano, con tonalidades entre marrón, beige y amarillo, es decir, predominaba el color tierra, esto porque no había mucha vegetación, algunos más asombrados comentaban que en esta ciudad “no hay árboles” y se quejaban del clima frío y seco.

Con el correr de los años y ante los cambios del clima, Oruro se ha convertido en otro tipo de territorio, como nunca antes las temperaturas suben a más de 20 grados centígrados, lo que antaño era impensable, pues los máximos eran de 11 ó hasta 15 grados centígrados, además que es más húmedo, no como en el trópico, pero sí se siente más humedad en el ambiente.

Las plantas al realizar la fotosíntesis consumen el dióxido de carbono del aire, un gas nocivo para el resto de los seres vivos, por eso son tan valiosas para la vida en el planeta Tierra y por lo tanto son consideradas nuestras aliadas o amigas, y en retribución a lo que ellas hacen por los humanos y los demás seres vivientes, es importante que como entes superiores a los otros animales, la raza humana proteja las plantas.

Es importante que desde las autoridades municipales, departamentales y ambientales se diseñen políticas para la protección de estos seres pertenecientes al reino vegetal.

Por parte de los civiles, también pueden contribuir con su granito de arena y aunque sea sembrando una plantita, o unas flores realicemos un aporte al medio ambiente que también es nuestro hábitat y mientas más saludable lo mantengamos mejor calidad de vida tendremos.

En la zona central de la ciudad capital del departamento de Oruro se ha visto en los años recientes que se han engalanado las calles con jardineras, fijas o móviles, pero algunas de las plantas que se pusieron allí muchas veces sufren destrozos, o existe gente inescrupulosa que las arrancan, por lo tanto se debe exhortar a la población y enseñar a los más pequeños que aunque pertenezcan al reino vegetal las plantas son seres vivos y como tales hay que respetarlas, ya que además de mostrar un paisaje más agradable a la vista, limpian el aire que respiramos.

Fuente: LA PATRIA