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Sábado 13 de abril de 2013

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Revista Tu Espacio

El psicólogo responde

13 abr 2013

Fuente: LA PATRIA

Lic. Carolina I. Mena Medina

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Licenciada, mi hija tiene 20 años y desde hace unos años tiene un comportamiento extraño; se enoja de repente sin ningún motivo y el enojo le dura horas.

A veces también se retrae y comienza a llorar de nada, cuando le preguntamos, dice que es por su familia, por su mamá, o su hermano; pero todos están bien.

Desde principios de año ha tenido actitudes fuera de la realidad pues durante algunas conversaciones de repente se enoja y piensa que están hablando de ella, algo que no siempre es así, u opina de temas que no se han mencionado, es como si escuchara otras cosas diferentes a las que se han dicho. Cada vez es peor.

No sabemos qué hacer. ¿Qué le está pasando?

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Querido(a) amigo(a):

Es posible que este tipo de reacciones correspondan a los síntomas de una persona que padece principios, o indicios de esquizofrenia, que son caracterizados por sentimientos de persecución, susceptibilidad extrema, alucinaciones auditivas o percibidas como visiones o ilusiones ópticas. Extremo egocentrismo, retraimiento y por sobre todo pérdida de la realidad.

Es posible que su hija, ya sea por herencia genética o patrones preestablecidos de algún familiar que haya padecido los mismos síntomas, se estén desencadenando en ella.

Como es posible también que patrones externos o internos estén provocando sus reacciones y se manifiesten de esta forma.

De acuerdo a la valoración de un profesional, es recomendable que a su hija se le realice una serie de estudios. Pueden ser neurológicos, psicológicos y finalmente psiquiátricos. Para determinar la descompensación en el funcionamiento tanto a nivel neurológico como psíquico. Descartando de esta forma cualquier indicio de trastorno psicológico.

Sean cuales fueren los resultados que se obtengan, en estos casos, es muy importante recibir apoyo familiar, para que su hija no esté bajo mucha presión o ningún tipo de estrés.

Sin embargo, según el trastorno mental que sufra una persona cualquiera, deberá ser tratada con un psiquiatra y no solamente con el psicólogo, o viceversa.

Lo importante es seguir un tratamiento adecuado y ser consecuente con el mismo.

Fuente: LA PATRIA
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