Hace pocos días, enterados de que una madre con sus siete hijos huía de la violencia intrafamiliar y sin poco más que el valor y la convicción de proteger a sus pequeños, pasaba sus noches en la terminal bimodal de Santa Cruz, respondimos como hace 44 años en Bolivia: apoyando a esa familia para que los niños y niñas estén seguros y protegidos. Cada día comprendemos que sólo una familia fuerte es capaz de lograr que los niños y niñas se sientan amados, por ello en Aldeas Infantiles SOS no promovemos homenajes, sino acciones.
En Bolivia en 1955, se instituyó el 12 de Abril como "Día del Niño boliviano". Han transcurrido más de 50 años desde la promulgación del Día del Niño y al estar amparada ésta en la Convención de los Derechos del Niño ha permitido visibilizar a la población infantil como sujetos de derechos y no objetos de necesidades, la sola idea de “hablar de derechos” ya supone el inicio de un cambio, por lo menos conceptual, en todas las temáticas relacionadas con la infancia.
Sin embargo, para las organizaciones que trabajamos en atención directa de la problemática, los 365 días del año, entendemos que para asegurar las condiciones para que un niño o niña se desarrolle debemos trabajar en el fortalecimiento de sus familias o brindarles un núcleo familiar protector a quienes las perdieron.
En esta fecha en la que hasta se ha mercantilizado el homenaje a los niños y niñas, aprovechamos esta oportunidad para unirnos al fomento de la concienciación sobre los retos que afectan a las familias en la actualidad, para compartir nuestra experiencia de ayudarlas y llamar la atención sobre su situación y sus necesidades.
Y es que respaldar a la familias tiene más que ver con la actitud que con la economía. Los desafíos económicos actuales que enfrentan los gobiernos no son una excusa para no pasar a la acción. Por tanto, los gobiernos que se comprometen con la idea de “respetar y hacer cumplir los derechos de los niños y niñas”, deben actuar poniendo las necesidades de las familias en el centro de todas las futuras decisiones políticas.
Éste es el primer paso para garantizar que invertimos en familias para evitar la perpetuación de un ciclo intergeneracional de pobreza. Las numerosas crisis que azotan al mundo no deben aumentar la vulnerabilidad de la familia o deshacer logros recientes.
¿La pregunta que seguramente surgirá es si se puede prevenir el abandono infantil o garantizar una infancia con ejercicio de derechos frente a contextos de inequidad, exclusión y marginación? Desde nuestra experiencia, estamos seguros que se puede. La experiencia acumulada en 44 años, cogestionando junto a gobiernos, familias y comunidades, proporciona razones para el optimismo. La actitud centrada en la familia ha contribuido al hecho de que cada día miles de niños que habrían quedado sin protección, ahora tengan no sólo familias fortalecidas, sino líderes comunitarios que buscan la inclusión de presupuestos destinados a la infancia.
Este enfoque en lo que "es posible" debe continuar y también debería adoptarse para fortalecer los derechos infantiles y el desarrollo. La inversión en familias crea un dividendo que no se puede medir fácilmente en términos económicos. Nuestra "llamada a la acción" proporciona opciones realistas para todos los que desean hacer algo AHORA para hacer que la vida de las familias desfavorecidas sea mejor.
Y es que sólo en una familia protectora, cada niño o niña puede ejercer sus derechos. Por ello, el mejor homenaje es garantizar el derecho a que los niños y niñas puedan vivir y contar con una, lo demás será siempre un buen discurso.
(*) Presidenta de la Junta Directiva Nacional de Aldeas Infantiles SOS Bolivia
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