El mejor homenaje al niño/a asegurar su presente y futuro
12 abr 2013
Fuente: LA PATRIA
Se ha planteado para la humanidad en general el reto de disminuir y eliminar plenamente el índice de elevada pobreza en que viven millones de niños/niñas y adolecentes, en unos países con mayor incidencia que en otros, por lo que organizaciones como la Unicef y la propia OEA definieron en 1952, precisamente un 12 de abril, redactar y aprobar el importante documento que se conoce como la “Declaración de Principios Universales del Niño”, que desde entonces establece los derechos de esa gran mayoría ciudadana que sin embargo sigue siendo víctima del flagelo del hambre, de la violencia y de las desigualdades sociales.
En nuestro país se instituyó el Día del Niño Boliviano, un 12 de abril de 1955, en la presidencia de Víctor Paz Estenssoro, aprobándose entonces el Código del Menor que define las normas en defensa de los derechos del Niño Boliviano, más adelante y en el ejercicio de los deberes que obligan al reconocimiento de género, se ha incorporado al Código definiciones especiales para identificar a niños, niñas y adolecentes como beneficiarios de un conjunto de medidas que todavía no se cumplen a plenitud.
El principal derecho de niños y niñas es tener un nombre, nacionalidad y una familia que garantice su bienestar general. Este es un tema controversial por la presencia de factores que impiden el cumplimiento de ese concepto al existir progenitores irresponsables que eluden la obligación de responder por la vida de los seres procreados y librarlos a su suerte. Hay la salvedad de circunstancias especiales en las que sacrificadas madres asumen responsabilidad plena en defensa de los derechos y deberes de sus vástagos.
Es interesante pretender la comprensión de los valores que se asignan a las disposiciones legales y saber fehacientemente que miles de niños y niñas están en desamparo, que siguen ganándose el pan del día trabajando en las calles, alimentándose deficientemente, con muchas restricciones para pagar su vestimenta y menos aún para costearse un alojamiento, son los verdaderos niños de la calle.
Esa circunstancia particular en el proceso social del país merece realmente un cambio, una acción efectiva y práctica que coincida con el principio de asegurar el presente de los niños y niñas a través de políticas especiales que garanticen el fortalecimiento familiar como el núcleo vital de la comunidad, que afirmará el futuro de esas nuevas generaciones.
Es importante crear un ambiente de confianza y respeto mutuo en cada familia, considerando que allí debe ser iniciada la educación solidaria, la posición equitativa, la responsabilidad ante las contingencias de la vida. El mundo actual, materialista en su máxima expresión, no debe distorsionar los fines de una preparación de nuestros niños y niñas para enfrentar el futuro con seguridad, sin miedos, sin presiones y más bien con actitudes y acciones que sean el resultado de aprender con el ejemplo, esto dependerá de la enseñanza responsable que se practique en cada familia que vive solidaria y dignamente.
Cuando se cumple otro Día del Niño Boliviano la celebración debe ser parte de la toma de conciencia real ante la situación actual, esto significa que más allá de festejos y discursos, es necesario exigir el cumplimiento de los derechos de niñas y niños más los adolecentes para que puedan vivir sin sobresaltos y lo hagan al amparo de un familia sólida, que irradie ternura y amor y cuya base sea también garantizada con fuentes de empleo y salarios seguros. Una manera de poner en práctica el cumplimiento de los derechos generacionales de los futuros ciudadanos del país.
Fuente: LA PATRIA
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