Los profesionales universitarios ante la desocupación laboral
08 abr 2013
Por: Vilma Margarita Mier Vargas
Hoy en día, como desde hace años atrás, el mercado laboral es insuficiente para la gran cantidad de profesionales que, año tras año, egresan o poseen título profesional en distintas carreras universitarias.
Dicen que es muy necesario: formarse profesionalmente, para así contribuir a sacar del atraso o ignorancia al pueblo y de la miseria económica en que nos encontramos los bolivianos. Pero qué ocurre, no se puede negar, es una verdad, nos encontramos ante una cruda realidad, en nuestro país tenemos un ejército de profesionales desocupados, cuyos miles de miembros, se encuentran realizando actividades distintas a los conocimientos teóricos y prácticos de su condición profesional. Ya sea, trabajando como: auxiliares de oficina, comerciantes, taxistas, carpinteros, mecánicos o en alguna otra actividad que les genere algún ingreso económico para sobrevivir, envueltos en una mediocridad humana. Dejando de lado, en el olvido, los conocimientos profesionales. Situando en alguna pared de su hogar el diploma y el título profesional que otorga la universidad. Documentos estos, cual adornos, recuerdan: sueños, aspiraciones, anhelos que antes les impulsaban a salir adelante.
Jóvenes recién egresados, de las aulas colegiales, ingresan por vez primera a la universidad, con la ilusión y esperanza de avanzar en el área profesional de su vocación, ante la alegría, satisfacción y felicidad de sus padres. Jóvenes que, tras 4 ó 7 años de estudios universitarios, aprobando todas las materias del pensum académico, logran egresar de la Carrera, cuya tramitación del título profesional exige, previamente, cumplir con alguna modalidad, como ser: elaboración de tesis y su defensa; examen de grado, curso de diplomado, etc. Obtenido el título profesional universitario a nivel nacional, ante la satisfacción de los padres, familiares y amigos, salen a la vida laboral, llenos de esperanza, de confianza, con deseos de superación personal, aprobación social, deseosos de demostrar al mundo todo cuanto aprendieron en la universidad. Jóvenes, cual ingenuos, creen que, gracias al título profesional que poseen, podrán acceder con facilidad a trabajos laborales de su especialidad. Pero ocurre que, para su profesión no existe disponibilidad laboral. Todos los puestos correspondientes se encuentran ocupados, y, al igual que él, existen miles de su especialidad en espera de una vacancia. Asimismo, nuevas exigencias, coartan, frenan, posponen, las aspiraciones de los jóvenes profesionales, cuando, para postular u optar un puesto o vacancia profesional, se les pide, aparte del título profesional, tener estudios de diplomado, post grado, masterado o doctorado, u otras de la especialidad. Estudios que representan un alto costo, que no garantizan la obtención de un empleo.
Si bien es cierto, las instituciones o empresas públicas o privadas para el logro de sus propósitos, objetivos y metas, requieren contar con personal adecuadamente preparado, para el desempeño laboral en uno u otro puesto. Lamentablemente, muchas de las contrataciones se las efectúa considerando amistades, motivos políticos, parentescos, recomendaciones, dejando de lado los conocimientos y capacidades de las personas postulantes a las vacancias existentes. Situaciones, por demás observables, sobre todo, cuando se trata de puestos correspondientes a profesionales. Como ocurre en la administración pública, en donde la improvisación laboral no es de extrañar.
Cabe preguntar, sobre la triste realidad antes comentada, la frustración que afecta a miles de profesionales bolivianos ¿Quién o quiénes son los responsables? ¿Serán los dueños de las Universidades, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Planificación, ó, nuestros máximos gobernantes? A usted amable lector le insinuamos responderse sobre el particular.
(*) Abogada
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.