La pulseada por tener el primer corredor bioceánico
08 abr 2013
Por: Jorge Lazzo Valera
Una acción resuelta de la Gobernación de La Paz aprovechando cambios en la “geopolítica boliviana” y la decisión del Presidente Evo Morales -pese a su compromiso con Oruro- podrían habilitar el primer corredor bioceánico, para unir el Pacífico con el Atlántico entre Perú y Brasil, pasando por Bolivia, sin llegar a nuestra región y, eso por descuido de nuestras autoridades.
La visión regional sobre la importancia de constituir el primer corredor bioceánico por Oruro, aprovechando su potencial ubicación geográfica y su proximidad a las costas del Pacífico, parece no tener ninguna importancia para el Gobierno departamental, desidia que se arrastra desde hace más de medio siglo, al no concluir el último tramo del camino Oruro-Pisiga existiendo una resolución de contrato con la Asociación Accidental Vial Ancaravi, encargada de construir el tramo pavimentado de 56 kilómetros entre Toledo y Ancaravi, mientras La Paz ya avizora su llegada al Pacífico por Ilo.
Dicen que “para muestra basta un botón”, y precisamente es el botón del desarrollo regional que no se mueve, no arranca y no genera un cambio de actitud en las autoridades que esperan que venga alguien y trabaje por ellas para concretar proyectos de gran importancia para el futuro del occidente del país, no sólo para Oruro, sino también para Potosí y otras regiones que tienen relación directa con nuestro departamento.
La preocupación es manifiesta porque el Presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales Ayma, inauguró ayer las obras de construcción de la carretera Chana-Mazacara de 27 kilómetros y comprometió financiar otros 109 kilómetros que separan a La Paz de la frontera con el Perú para llegar hasta Hito IV para empalmar con Ilo, ruta que tiene una distancia de 136 kilómetros y dijo que pedirá construya con urgencia a su homólogo peruano Ollanta Humala, para tener el primer corredor bioceánico con Brasil.
Esa actitud demuestra que en Oruro no hay iniciativa, falta decisión y se atienden temas intranscendentes, porque el propio Presidente Evo Morales, en sus visitas que realiza exige proyectos para ejecutar y lamentablemente las autoridades se limitan a señalar que están en elaboración, mientras otras regiones avanzan y construyen su futuro y no se limitan a ejecutar obras de continuidad soportando la carga de una pésima administración anterior que dejó la gestión 2010 un déficit de 512.789.497,43 bolivianos de los cuales falta cubrir cerca de 200 millones de bolivianos.
Aquí debería estar presente la Asamblea Legislativa Departamental para exigir que se cumpla lo que señala la ley, sancionar a la empresa que se adjudicó la construcción del último tramo de la ruta a Pisiga, porque no puede existir un avance físico del 11% si ya se ejecutó el 26.3% del avance financiero; así también no se puede permitir que se tenga que cubrir un déficit generado en la pasada administración prefectural, porque los que incumplen la norma deben ser sancionados, al igual que los asambleístas que pueden ser procesados por omisión, incumplimiento de deberes y negligencia manifiesta como se observa a la fecha.
El futuro desarrollo de integración bioceánica depende de la conclusión del tramo vial Toledo-Ancaravi para tener habilitada la ruta Oruro-Pisiga y reclamar la puesta en marcha del primer corredor que según compromiso asumido por el propio Presidente Evo Morales debía haberse realizado a la conclusión de su primer mandato, lo que no se cumplió y todavía genera inseguridad, porque quizá para la finalización de su segundo mandato tampoco se tenga ejecutado el proyecto vial, lo que hace ver que hay dejadez y falta de interés de nuestras autoridades locales.
Si bien el cambio de la ruta interoceánica se debe a la actitud que asume la “oligarquía chilena” frente al reclamo planteado por Bolivia para tener acceso soberano a las costas del Pacífico, como manifiesta el Presidente Evo Morales, no se puede perjudicar a Oruro y Potosí dejándolos fuera del primer corredor bioceánico, puesto que la doble ruta Oruro-Cochabamba, tampoco beneficiará de forma directa a nuestra capital, ya que se confirmó que será Caracollo-Colomi, para llegar de forma directa al Valle Alto de Cochabamba, lo que supone necesariamente un cambio de planes en nuestra estrategia de desarrollo departamental.
Lo importante es concluir el tramo vial Oruro-Pisiga para plantear la alternativa más viable, más corta y de mayor cercanía al Pacífico, como forma de conseguir que Oruro logre diversificar su economía que se debe además generar a partir del emplazamiento del Puerto Seco, proyecto que tiene una dilatada gestión que supera los siete años sin resultados concretos y con muchas promesas que no se cumplen.
Ojalá la decisión presidencial del cambio de la ruta interoceánica que unirá Perú con el Brasil por territorio paceño, motive un cambio de actitud en nuestras autoridades, para dejar el entumecimiento y conformismo que nos perjudica y posterga indefinidamente nuestras aspiraciones. Quienes ejercen la función pública y el manejo del Gobierno Departamental, no deben olvidar que el Presidente del Estado Plurinacional es orureño, por lo que tiene la gran responsabilidad de atender con prioridad y urgencia las demandas regionales, siempre y cuando las autoridades así lo permitan.
Por ello las autoridades deben realizar un trabajo efectivo y tener una planificación real lejos de proyectos emergentes de sugerencias y pedidos que no justifican un crecimiento sostenido y sustentable de Oruro frente a los grandes desafíos de una globalización cada vez es más atrayente, esto para poder llegar al gran comercio internacional del Asia y otras regiones potencialmente productivas y consumidoras que hay en todo el mundo.
(*) Periodista
lapalabraencarnada@bolivia.com
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