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Sábado 06 de abril de 2013

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Revista Tu Espacio

El psicólogo responde

06 abr 2013

Fuente: LA PATRIA

Lic. Carolina I. Mena Medina

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Hace unos días me he enterado de que soy adoptada, tengo casi 22 años de edad y conocí a mi madre biológica por error.

Pienso que esto afectará mi vida de sobremanera. Quiero arreglar las cosas, poner en orden mi vida y la relación con mi verdadera madre.

¿Qué hago? ¿Cómo debo proceder?

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Querida amiga:

Quizás tengas razón al decir que esto afectará tu vida y deberás saber afrontar la situación con mucha calma, puesto que la noticia puede cambiar la perspectiva que tú tengas con respecto a la maternidad.

Pueden existir cambios a nivel emocional y/o a nivel esquemático, es decir, la imagen materna que has recibido todo este tiempo puede haber sido ideal o no, sin embargo con la noticia, el concepto podría ser afectado.

Quizás no solo el concepto, a tu edad es importante que así como buscas consolidar –como muchas otras mujeres– tus proyectos de vida y decidir de manera definitiva lo que quieres para ti y tu futuro, tal vez buscas entre otras cosas el realizarte como madre, tener una familia. Si esa es tu vocación y estás segura de verte así, con el tiempo te darás cuenta que esto que te pasa ahora, ya lo habrás superado.

Tienes que valorar a tus padres por el hecho de que te han brindado un hogar y has tenido una familia. El adoptar a un niño es una decisión que requiere un gran compromiso, y posteriormente debes saber entender los motivos por los que tu madre biológica tomó la decisión de darte en adopción. Estas suelen ser decisiones desesperadas y muy difíciles de tomar.

Por ahora, te sugiero que converses con tus padres, y si tienes la oportunidad, llegará el momento en que puedas hablar con tu madre biológica y según el tiempo que te tome dar éste paso, aclara tus sentimientos y pensamientos con respecto tu familia y tu origen.

Si quieres llevar las cosas en paz y en perfecta armonía. Busca tu tranquilidad interna primero.

Puede ser que en este momento existan en ti rencores, resentimiento, ira, descontrol, frustración, pena, etc. Un sinfín de emociones que necesitas esclarecer y ordenar.

Si ya eres profesional y tienes posibilidades, aléjate por un tiempo de todo, desconéctate y busca tu tranquilidad resolviendo toda esta confusión que quizás tengas, con preguntas que sí puedan tener respuestas.

Luego prueba conversar con ellas. Y si no logras establecer una mejor relación e incluso encontrar tu bienestar, busca a un profesional, pues en estos casos resulta pertinente su intervención.

Fuente: LA PATRIA
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