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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Corea del Norte y la defensa de su soberanía nacional - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Corea del Norte y la defensa de su soberanía nacional
05 abr 2013
Por: Adhemar Ávalos Ortiz
La historia de la nación coreana es más de cuatro veces milenaria, desde el año 2333 a.c. con su primera dinastía Hwanin hasta la actualidad tormentosa, sumida en una división inaceptable para la época. Desde el principio, su devenir fue relativamente tranquilo y estuvo signado por la construcción de un país fuerte y unificado a partir de varias vertientes étnicas. En el siglo I a.c. China la invadió, abandonándola 4 siglos después y conformándose con asumir una especie de protectorado ante amenazas de otros estados. El único país que se atrevió a convertirla en colonia plena fue Japón, de 1905 a 1945, sumiéndola en la servidumbre y condenando a sus habitantes a la asimilación forzosa y la miseria económica. La ocupación soviética del Norte y la influencia norteamericana en el Sur, posterior a la Segunda Guerra Mundial, dieron lugar a la división de Corea en dos estados: uno comunista (Corea del Norte) y otro pro-occidental (Corea del Sur). Así, la Guerra Fría dejó sus huellas en la península y configuró la vida de dos pueblos hermanos que siguen separados hasta la fecha por designios imperialistas.
El 25 de junio de 1950 Corea del Norte, bajo la dirección de Kim Il-sung dio inicio a una feroz guerra, una de las dos más terribles después de la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de reunificar a la península bajo una misma bandera y visión de país. En este grave conflicto bélico, una verdadera guerra de movimientos, donde las tropas del Norte ocuparon casi todo el Sur y las tropas meridionales casi todo el Norte en periodos sucesivos de 1050 a 1951, participaron prácticamente tropas de 18 países, 17 bajo la convocatoria de las Naciones Unidas y aliados de Corea del Sur (dirigidos por los Estados Unidos) y uno aliado de Corea del Norte (China). Hasta el armisticio sin tratado de paz, firmado el 27 de julio de 1953 y que estableció una zona desmilitarizada de 4 Km. a partir del paralelo 38 hacia el Norte, murieron trágicamente más de un millón de militares de ambos bandos y casi 800 mil civiles (54 mil soldados estadounidenses y 500 mil chinos cayeron fatalmente), produciéndose más de un millón de desaparecidos.
Los chinos apoyaron a Corea del Norte en la guerra por razones estrictamente ideológicas y para impedir que los Estados Unidos se atreva a intervenir en la naciente potencia comunista solamente a cuatro años de la Revolución maoísta de 1949 y los rusos facilitaron armas para su defensa a fin de impedir la expansión norteamericana en Asia, fundamentalmente por razones geopolíticas y no tanto de solidaridad. Lo mismo pasó del lado de la potencia americana. Les interesaba mantener su presencia en la región para preservar sus intereses imperialistas.
Con el paso del tiempo, durante casi 6 décadas, Corea del Sur se desarrolló sustancialmente en casi todos los ámbitos de la vida, gracias al considerable apoyo de las potencias occidentales y a una inteligente política económica. Hoy es un país capitalista desarrollado y el nivel de vida de su pueblo es bastante elevado. En cambio, Corea del Norte ha pasado por muchas situaciones difíciles debido principalmente a la rigidez de su sistema político que es totalitario y a la falta de apertura de su economía, a lo que se suman la carencia de recursos naturales, su bajo nivel tecnológico y el bloqueo sistemático de Estados Unidos y Japón. La ayuda de China y la ex-URSS no fue nunca considerable y solamente ayudó a sostener un nivel de vida de subsistencia. Por esta causa y debido al considerable déficit de electricidad y a la carencia de divisas para comprar hidrocarburos, los líderes de este país optaron por desarrollar la energía nuclear, a lo que se opusieron radicalmente las potencias imperialistas de occidente y oriente (especialmente Estados Unidos, Rusia y China). Ante las constantes agresiones, también determinaron la producción de armas nucleares y misiles para su defensa.
En estos días, es improbable una guerra convencional o nuclear por las consecuencias que tendrían para la región. Al parecer simplemente se trata de esfuerzos razonados para negociar una paz beneficiosa que les permita salir de la difícil situación en que se encuentran. En este contexto, el líder norcoreano Kim Jong-un no debe confiarse en el apoyo de China y Rusia, potencias que ya traicionaron a Libia y lo pueden hacer también con su propio país. Al final, lo que les preocupa solamente es su propia seguridad nacional. Por todo ello, Corea del Norte deberá actuar con pies de plomo.
(*) Politólogo
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