Familias claman víveres y forraje inmediato a las autoridades
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Los comunarios del municipio de El Choro viven una crítica situación con la inundación de más del 60 por ciento (%) de su territorio, a causa del desborde del río Desaguadero y las intensas lluvias de diciembre de 2009, que no perdonaron ni los cultivos de papa, quinua y alfalfa y, causaron el derrumbe de viviendas de adobe.
Las comunidades del municipio, ubicado a 40 kilómetros al Sudoeste de la ciudad de Oruro, se encuentran bajo el agua, que llega entre los 15 a 30 centímetros, quedando vestigios de los estragos que provocaron las lluvias, que afectaron a los cultivos que debían ser cosechados en mayo y ahora están perdidos y podridos.
En la longitud de 70 kilómetros de Norte a Sur del municipio, las comunidades Cruce Belén, Rancho Grande y Rancho Juaniquina, son las más afectadas, seguidos de Chartal y Santa María.
Los trabajos en el canal de riego de El Choro, es uno de los causantes del desborde, al igual que la lenta construcción del puente peatonal de Pumanchalla, cerca del cruce a Santo Tomás, mencionaron los comunarios.
“Los efectos que se han visto acá, son los animales y las personas que se han quedado sin habitación y, los ganados no tenían dónde comer”, dijo Paulino Moya, ex dirigente de la Central El Choro y comunario de Santa María.
Los comunarios claman por la atención inmediata por parte del Viceministerio de Defensa Civil y la Prefectura de Oruro, que se comprometieron a enviar ayuda en el menor tiempo posible para dotar de víveres y forraje para el ganado.
Las lluvias de diciembre y el desborde del río sorprendieron a muchas familias en sus mismos hogares, que optaron por sacar sus pertenencias hacia las lomas, con el objetivo de salvarlas del agua.
“El alfalfa está en corte, la papa, quinua, no se pueden rescatar, basta con tres días, el cultivo está perdido”, explican los campesinos del lugar, muy angustiados, como doña Martha Chinche de Choque de Puente Palla Balsa, que no come hace dos días y, observa con tristeza el derrumbe de las casas de su suegra y sus cuñados, a 50 metros de la suya.
“Mis animales a otro lado hemos llevado, ahora no hay para comer, recién esta secando; teníamos alfalfa, quinua y papa, pero todito se llevó el agua”, relató Martha Chinche, quien comentó que hasta la casa de su pequeño chancho se desmoronó.
Las familias del municipio de El Choro se dedican a la actividad productiva de los regantes, el cultivo de varios productos agrícolas y, la crianza de ganado ovino y vacuno en poca cantidad.
Alvino Ajhuacho Apaza de Cruce Belén mencionó que sus 10 hectáreas de cultivo se encuentran inundadas y tuvo que alquilar otros campos secos para la subsistencia de su ganado, que asciende a los 1.000 ó 1.500 bolivianos.
Durante la mayor parte de la inundación, el camino quedó anegado y no hubo vías terrestres de comunicación, entre 2 y 4 días, no obstante aún quedan cortes en la carretera, imposibilitando el traslado de personas y el ingreso de movilidades.
INUNDACION
Los comunarios, explicaron que la inundación data desde la primera semana de diciembre, por el desborde del río Desaguadero.
Las familias que perdieron sus casas piden ayuda al Gobierno, para dotarles de materiales de construcción, con el fin de edificar nuevas moradas para que vivan junto a sus hijos.
La producción de cada familia es para el consumo propio y de los animales. Aunque, existen trabajos para reencauzar el río Desaguadero y el desemboque final al Lago Poopó, los costos son muy altos a causa del fenómeno climático de El Niño que golpea la región central del departamento.
La empresa encargada de la construcción del camino hacia El Choro, que empezó en octubre de 2009, optó por colocar barreras de tierra a lo largo de la vía, para proteger el tramo y al mismo tiempo los sembradíos.
Fuente: El Choro, LA PATRIA
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