La población crece y el agua se acaba

El calentamiento global debido a la emisión de gases de efecto invernadero junto al crecimiento de la población, provocan un fenómeno que, sólo hasta hace una década, parecía imposible en Bolivia: falta agua.

Y la falta de agua podría agudizarse en los próximos meses o años porque los glaciares de la Cordillera de Los Andes, se están derritiendo.

El nevado Chacaltaya, que era uno de los centros turísticos importantes del departamento de La Paz, ha desaparecido y junto a él la pista de esquí más alta del mundo, a 5.300 metros sobre el nivel del mar.

Hoy una solitaria cabaña que albergaba a los andinistas y deportistas luce su silueta junto a una mole de roca pelada.

Pronóstico de expertos internacionales dicen que el Illimani, una montaña nevada de 6.300 metros de altitud sobre el nivel del mar desaparecerá en los próximos 30 años.

Y en Oruro, el panorama no es más halagüeño ya que se estima que los recursos existentes durarán sólo unos años más. Por este panorama se hace urgente crear conciencia ecológica entre todos los ciudadanos para cuidar este recurso vital para la subsistencia humana.

Pese a que en los últimos días, nuestra ciudad capital sufrió, como una paradoja, los rigores de las fuertes lluvias que inundaron calles y avenidas, no se debe dejar de lado la necesidad de educar a los orureños en la preservación del agua, a través de un uso racional y equilibrado, evitando su despilfarro.

Debemos evitar lavar vehículos y aceras utilizando mangueras en vez de recipientes como bañadores o baldes, así como otras formas de despilfarro, pensando que luego de nosotros están nuestros hijos y nuevas generaciones que tienen el derecho a disfrutar de una vida sana con fuentes permanentes y seguras de agua.

Fuente: LA PATRIA