Las recaudaciones de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) han crecido en casi un 20 por ciento en tres meses, de enero a la fecha en el año presente con relación al mismo periodo de la gestión pasada, eso significa que se ha aplicado ajustes muy especiales, allí donde más sienten los contrabandistas.
La situación concreta es que el sistema de control aduanero está siendo perfeccionado, mejorado sustancialmente para impedir el tránsito ilegal de mercadería y abrir las condiciones necesarias para que esos embarques se conviertan en legales, pagando todos los impuestos que corresponde a lo que también se conoce como “nacionalización” de mercadería con resultados elementalmente prácticos, tomando en cuenta por ejemplo que en los tres primeros meses del año pasado la ANB recaudó 1.850 millones de Bs. mientras que el año en curso y en el mismo periodo registró 2.212 millones de Bs. lo que significa un incremento de casi un 20 por ciento y en efectivo 363 millones más de Bs.
Ahora se habla de millones de Bs. con un cálculo optimista de recaudación de hasta mil millones de Bs. mensualmente y de manera absolutamente legal, eso significa que gran parte de la variada mercadería que ingresa al país tiene visto bueno por el pago de impuestos en la frontera, legalizando su tránsito hacia los mercados de venta en el país.
Sin embargo eludiendo esos controles legales, que además se incrementan en varias zonas de nuestro amplio territorio fronterizo, todavía hay grupos de comerciantes ilegales que se organizan en sociedades temporales para comprar e introducir al país grandes embarques de mercadería, pero eludiendo los puestos de control y evadiendo el pago de impuestos, por lo tanto manejando abiertamente enorme contrabando que al ser descubierto con seguridad que afecta la economía de los ilegales, si pasa los controles, se convierte todavía en material variado para surtir y nutrir las actividades del comercio informal, establecido en las ferias de mercados, en bazares o galerías especiales que más tarde o más temprano deberán pasar a la formalidad impositiva, según vislumbran las autoridades de aduana y las de impuestos.
Con el objeto de eliminar definitivamente el contrabando, no se sabe en qué tiempo dada la complejidad del problema, la ANB ha dispuesto la vigencia de un incentivo para quienes denuncien contrabando en cualquier forma, volumen y cuantía, consistente en el 20 por ciento de lo decomisado, si se trata de personas, en cambio si la denuncia fuera proveniente de una comunidad el beneficio será del 40 por ciento a favor de presupuestos comunales.
Se asegura que la identidad de los denunciantes se guardará en estricta reserva, parta evitar una segura represalia de los afectados, aún así el tema tiene muy filosas aristas.
Sectores de importadores y comerciantes del sistema legal y formal aplauden los planes para combatir el contrabando, pero al mismo tiempo plantean a la ANB revisar la escala impositiva, más claramente los precios referenciales de importación de mercaderías que son muy altos en relación a países vecinos, ese hecho alienta el contrabando y lo mantiene vigente, aseguraron a tiempo de exigir modernizar y agilizar los despachos aduaneros para evitar perjuicios a los importadores legales.
Hay cosas y cosas, algunas sirven para mejorar otras, pero hay muchas que deberían ser implantadas, no precisamente en las fronteras sino en ciertas comunidades y en nuestra propia ciudad, donde se asegura la existencia de enormes depósitos de contrabando.
Fuente: LA PATRIA
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