Una observación de forma y no de fondo de las Fuerzas Armadas del Perú, especialmente de su Armada, postergan aún la aprobación del Protocolo Complementario de Ilo que fuera ya firmado el año 2010 por los presidentes Alan García del Perú y Evo Morales de Bolivia. Hay que recordar que durante anterior gestión del mismo García y por entonces la de Jaime Paz Zamora en Bolivia, ya se avanzó en la gestión de crear en el Sur peruano el puerto de Boliviamar.
Como se observa sólo en el recuento de las últimas tratativas han transcurrido dos años para que el documento sea aprobado en la instancia legislativa del vecino país, mientras que en el nuestro, por supuesto sin objeciones, ya tuvo aceptación plena parlamentaria. Un reciente informe proveniente de Lima, señalaba que la Armada peruana observó la construcción de un “anexo militar” boliviano en el Puerto de Ilo, aspecto que habría sido allanado con un acuerdo que establece a la Armada peruana tuición especial sobre la “Escuela Naval Boliviana” que será implementada en Ilo.
En el curso de los próximos días es posible que se apruebe el protocolo de Ilo en la instancia legislativa de ese país para pasar luego a la aprobación del pleno congresal peruano para que ese documento ya modificado sea nuevamente enviado a la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, para una revisión definitiva, aunque es bueno recordar que el Poder Legislativo Boliviano en febrero de 2011 aprobó ya el documento original y hasta se sancionó la Ley que lo ratifica. Las observaciones militares del Perú, necesariamente obligarán a una revisión de las modificaciones sobre lo que atañe a la tuición de la Armada Peruana en la entidad boliviana que capacitará a nuestros futuros marineros.
Las cosas no son tan sencillas como se las plantea entusiastamente y si la aprobación sólo del documento específico de cesión territorial con varias hectáreas de terreno y la franja costera correspondiente ha demorado más de dos años, contando sólo la gestión de Evo Morales, sin añadirle el tiempo que retrocede por igual circunstancia hasta el periodo de Paz Zamora, es ya bastante lo que espera nuestro país.
Una vez que se “perfeccione el Protocolo de Ilo”, en teoría está abierto el puerto para que nuestro país pueda iniciar operaciones comerciales pero utilizando los atracaderos que en la actualidad funcionan en ese puerto en el sur peruano. Instalar el soñado puerto boliviano demandará mucho tiempo y una millonaria inversión, cuyo monto es muy difícil de apreciarlo dadas las características en que debería ser estructurado el puerto de Boliviamar, a 17 kilómetros de Ilo y donde además deberá instalarse una zona franca comercial e industrial de Bolivia.
Lo que se reitera en los niveles diplomáticos de ambos países es que la decisión peruana, que podría ratificarse en breve tiempo más, es una muestra de la posición solidaria del vecino país para facilitar a Bolivia una salida al Océano Pacífico, por supuesto sin soberanía y por un lapso de 99 años.
En los hechos claros, historiadores, diplomáticos, políticos y estrategas señalan que la posición peruana es altamente positiva y podría ser más efectiva aún si con la llave que tiene presiona a Chile a abrir el candado que permitiría tener a Bolivia un acceso soberano al Mar en la zona de Arica.
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