Jueves 07 de enero de 2010
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Editorial y opiniones
Lecturas para la reflexión
La hora del prodigio divino
07 ene 2010
Fuente: LA PATRIA
Cuando, en oración, invocamos un corazón nuevo, como el de Jesús, como el de nuestra madre, María, es probable que no alcancemos a comprender la magnitud de nuestro pedido. Porque fue ese corazón, el corazón de María, el que guardó lo hermoso y lo puro del anuncio del reino. Fue ese corazón, también, el que percibió el momento, la hora del prodigio divino: Fue en las bodas de Caná:
- “La madre de Jesús estaba allí, Y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre Jesús le dijo: Ya no tienen vino. Jesús le contestó: Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía. Ella dijo a los que estaban sirviendo: hagan lo que él les diga”. Y todo fue maravilloso.
Pablo nos alienta a mantenernos en fe: “En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha. Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que le hayamos pedido”.
Fuente: LA PATRIA
