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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 La falaz ideología de género - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Más de un millón de franceses el domingo recientemente pasado exigieron al Presidente Hollande “que retire el nocivo proyecto de ley sobre el matrimonio y adopción por parejas homosexuales”. También en Lima, con una concurrencia estimada en 250.000, como en muchas otras partes del mundo, se verificó la Marcha por la Vida, “acciones que tienen por objeto defender el matrimonio entre un hombre y una mujer”, en relación al 25 de marzo, fecha anual en la que la Iglesia Católica celebra el Día del Niño por Nacer.
“Las manifestaciones católicas, más o menos multitudinarias, en pro y en contra de ciertas causas han ido cobrando en los últimos tiempos una importancia y frecuencia notables, al menos en ciertos lugares. Alejadas no poco o mucho de las procesiones penitenciales de las rogativas” (Católicos y política, José María Iraburu). Una de esas es la Marcha por la Vida que se verifica desde 1974 en los Estados Unidos, y que es la mayor manifestación pública contra el aborto en ese país. Su organizadora, fallecida el 13 de agosto de 2012 fue Nellie Gray, “una incansable abogada de los más vulnerables de nuestra sociedad, los no nacidos¨, como declaró el arzobispo de Washington, cardenal Donald Wuerl.
Por su parte, una asociación civil de los Estados Unidos llamada “Católicas por el derecho a decidir” fundada por la ex monja Francés Kissling, declara sentirse preocupada por “la elección del cardenal jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio como Papa de la Iglesia Católica, por su posición contraria a los derechos de las mujeres y los homosexuales”. Además CDD “quiere” que “el pontificado del Papa Francisco se deje refrescar por los vientos del Concilio Vaticano II y abra la posibilidad de una revisión doctrinal y pastoral sobre el concepto de familia, el divorcio, el celibato, el sacerdocio femenino, el derecho de las mujeres a decidir sobre todos los ámbitos de su vida, las uniones entre personas del mismo sexo y el uso del preservativo para la vivencia de una sexualidad libre y saludable”.
Aún recuerdo el Año Internacional de la Familia auspiciado en 1994 por la ONU, durante el cual, asistimos a una serie ininterrumpida de proyectos que buscaban más bien destruir la familia. Juan Pablo Magno no escatimó sus esfuerzos, para levantar su voz de Pastor con llamadas precisas contra el programa que la Conferencia de la ONU sobre la población y el desarrollo discutió en El Cairo, programa que el Papa definió como “desprovisto de cualquier discernimiento ético”. Un inicuo proyecto generado gracias a grandes financiaciones de los países desarrollados bajo el rótulo de “políticas de planificación familiar”.
Desde que durante ese Año de la Familia de 1994, fue debatido en el Parlamento europeo el “matrimonio entre personas del mismo sexo”, la idea de legalizar “matrimonios” de homosexuales, fueran hombres, fueran mujeres solas, ha ido avanzando.
Esta moda, muy de gusto de esta época, de homologar o equiparar la unión de personas del mismo sexo a los matrimonios de heterosexuales, resulta ser una visión completamente contraria a la esencia del matrimonio sacramental cristiano. En el Código de Derecho Canónico, la última palabra de la Iglesia al respecto, se afirma: “La alianza matrimonial por el que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados” (CIC 1055 § 1).
Es la voz de la revelación divina, desde el Paraíso terrenal hasta la docencia de Jesús. El matrimonio es la unión por vida de un varón y una mujer. No se piensa ni se admite otra posibilidad. Dios encarga en diversas ocasiones a profetas y caudillos que contraigan matrimonio, para dar una lección simbólica al Pueblo escogido, más siempre con una mujer. Otra insinuación habría sido descabellada y considerada aberración sexual.
La enseñanza de Jesús no da lugar a duda alguna, por eso, a los que le ponen delante de los ojos, que Moisés permitía el divorcio, añade: “¿No han leído Uds. que el Creador en el principio les hizo hombre y mujer, y dijo: el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos uno solo? Pues bien, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Marcos 10, 9). El matrimonio de personas del mismo sexo es un invento actual y Jesús lo considera como una desviación del corazón y del sexo.
El prestigioso abogado argentino Jorge Scala, ha desnudado magistralmente la falacia de la ideología de género, señalando que ésta “es una de las formas actuales de gnosticismo; es atea y anti tea: reconoce a Dios y pretende combatirlo” destruyendo la familia.
(*) Director Nacional Pioneros de Abstinencia Total
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