Martes 26 de marzo de 2013

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Editorial y opiniones
Enseñanzas de la movilización de Oruro
26 mar 2013
Por: Alfonzo Velarde Chávez
La movilización de Oruro -grandiosa por sus dimensiones y por su profundidad- fue política porque de esa manera los diferentes sectores agrupados en el Comité Cívico y en la COD desencadenaron su bronca contra un gobierno incapaz de resolver sus problemas vitales; contra un gobierno que -en todo momento- se mostró torpe, desafiando a los movilizados. Ha quedado en la retina de los combatientes la torpeza del diputado Elío como la encarnación de la soberbia de un gobierno que, en ningún momento, quiere mostrar debilidad frente al oponente.
La gente se pregunta: ¿Por qué este gobierno ha llegado hasta donde ha llegado, hasta una derrota catastrófica? ¿Acaso no era más fácil cortarla a un principio con una salida honorable, por ejemplo, con que Evo Morales retire su nombre del aeropuerto de Oruro? ¿Acaso el oficialismo no hubiera podido sacar un importante rédito político electoral explotando una fingida actitud humilde del Presidente?
Pareciera que los estrategas que diseñan la política que debe desarrollar el gobierno no fueran políticos con dos dedos de frente?. Lo ocurrido en Oruro está mostrando que García Linera y su entorno, que se supone que son los "pensantes" en medio de un enjambre de indígenas y clasemedieros "iniciantes" no han comprendido que la situación política está determinada por las actitudes que adoptan las expresiones sociales en pugna. Se supone que en este período pre-electoral, un gobierno demagogo como es el del MAS, tiene que sacar las mayores ventajas políticas posibles de cualquier acontecimiento; pero en el caso de Oruro han hecho lo contrario; han radicalizado el conflicto más y más, hasta el punto donde ya no podían controlarlo, perdiendo toda capacidad de maniobra y han terminado cediendo a todo lo que exigían las masas enfurecidas en las calles, han abrogado la odiada ley 045 que designa al aeropuerto con el nombre de Evo Morales; las masas han pedido más, que se respete el nombre de "Juan Mendoza" como respeto a lo que ellos llaman "su memoria histórica". En la retirada lo único que han implorado los representantes de la gobernación, es que el Tribunal Constitucional diga si el Concejo Departamental tiene o no atribución para cambiarle el nombre al aeropuerto. ¿Para qué? ¿Acaso el oficialismo intentaría replantear el problema para volver a hurgar el hormiguero? Que los "estrategas" políticos aplazados del gobierno aprendan: lo que las masas movilizadas imponen con sus manos no hay ley que pueda torcer mientras éstas están en las calles.