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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Desconsiderada estridencia - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Lo decimos de ese modo, pensando además que no exageramos, frente al caos que se produce en nuestra ciudad particularmente en el sector central e inclusive en lugares prohibidos, como la proximidad de centros hospitalarios, asilos e inclusive establecimientos educativos que merecen consideración por las características de actividades que allí se desarrollan.
No hay mínimo respeto a normas vigentes por parte de los conductores de movilidades del servicio público y particulares, que hacen indebido y abusivo uso de bocinas, motores ruidosos y peor aún en proximidad de competencias automovilísticas o de motociclismo que impulsa a los “corredores” a hacer gala del estruendo que producen sus máquinas, sin consideración por las personas que en las calles y sus hogares sienten la molestia de un ruido insoportable.
No se trata sólo de la molestia que ocasiona el transporte, lo grave es que pese a existir más de una ordenanza prohibiendo la estridencia, sectores populares hacen caso omiso de las disposiciones y ganan las calles acompañadas de estruendosas bandas de música, son parte de una serie de festividades en las que por supuesto participan grupos de seguidores pero que alteran el ordenamiento público y molestan el sentido auditivo de la población.
Tampoco se controla el uso de parlantes fijos o móviles que se utilizan para hacer promociones de todo tipo, anunciar ventas, convocar a sectores, alentar cierto tipo de actividades en las que también participan reducidos grupos de personas, pero ocasionando innumerables molestias en gran parte de la población.
Como si fuera poco y lamentablemente por situaciones de orden social, se producen las muy frecuentes movilizaciones sociales que además del uso de “cachorros de dinamita” añaden una profusión de petardos y completan las marchas con ruidosos estribillos que hacen una mezcla increíble de ruidos, que quiérase o no dañan la salud ciudadana.
La competencia de la molestosa estridencia en la ciudad tiene también como participantes a los conductores de camiones repartidores de gas, los carros basureros y decenas de perros callejeros que completan la sinfonía del desastre acústico en cualquier parte de la ciudad, sin que nadie absolutamente nadie se conduela del problema que lastima los tímpanos de niños, jóvenes, adultos y ancianos sólo por la falta de control y adecuado ejercicio de las normas que rigen el respeto ciudadano y que incumplen olímpicamente.
Ya lo dijimos en otro comentario, vivimos bajo un caos institucionalizado y no hay autoridad que se preocupe de estos problemas que en apariencia son minúsculos, cuando en realidad son tan grandes que ocasionan daños en la salud y son causa de la permanente reacción violenta de la gente ante cualquier circunstancia. Todos viven con los nervios alterados por el caos reinante ante la indiferencia e incapacidad normativa de responsables de comisiones específicas en el Órgano Municipal que deberían dedicar su tiempo a revisar la vigencia de disposiciones, actualizarlas y lo más importante controlar su aplicación en defensa de la salud y la seguridad ciudadana.
Parece una misión difícil, pero no imposible, si se comienza por una toma de conciencia por parte de los legisladores comunales que deben aprovechar su tiempo de manera práctica garantizando bienestar colectivo, delineando estrategias de concienciación para educar y disciplinar a la población en su conjunto, aplicando sanciones pecuniarias o de servicio social a los infractores. Algo hay que hacer para frenar la desconsiderada estridencia en la ciudad.
Fuente: LA PATRIA
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