Al celebrarse éste 22 de marzo el Día Mundial del Agua, todos los seres humanos debemos honrar éste acontecimiento instituido en l992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptando su celebración anual a partir de 1993, bajo el precepto de que el Agua es fuente de vida, sin cuya presencia nuestra existencia sería inconcebible.
No en vano se dice, que la calidad ambiental de nuestro entorno y del planeta depende mucho del uso que todos hagamos del agua, de tratarla como lo que es, fuente de vida. El Día Mundial del Agua, es una ocasión única para recordar que mientras nosotros menospreciamos un bien fundamental para nuestra vida, muchas personas en el mundo no tienen acceso a la cantidad de agua potable necesaria para su supervivencia.
Debemos consagrar éste día, considerando el Agua como un elemento digno de veneración y protección, no solo como un producto de consumo al que hemos descuidado enormemente por falta de estima, sino porque el agua es sagrada porque se sitúa en el centro de numerosas religiones y se utiliza en diversos rituales y ceremonias. Debido a su rol fundamental en la vida de la sociedad, el agua posee una fuerte dimensión cultural. Se destaca que durante siglos, el agua ha sido fuente de inspiración para el arte, que la ha representado a través de la música, la pintura, la literatura y el cine. El Agua, constituye también un factor esencial en diversos ámbitos científicos.
El agua, es un símbolo universal de pureza y de simplicidad; sin embargo, nada es más escaso que el agua pura y nada es menos simple que esta curiosa sustancia con sus sorprendentes propiedades: biológicas, físicas y químicas. El agua, ese líquido escaso y delicado, asociado con los alimentos, con el aire, con la energía, con la salud, es por último, uno de los elementos más importantes para la vida.
Las desalentadoras estadísticas, muestran que cerca a cinco millones de seres humanos no tienen acceso a una fuente de agua potable o a su saneamiento y que cada quince segundos muere un niño o niña en algún rincón del mundo por consumir aguas contaminadas, en especial por la diarrea, que se ha convertido en la principal causa de muere de infantes menores de cinco años, por lo que es menester y prioritario, convocar a la conciencia ciudadana para cuidar y proteger el agua, porque nuestra vida diaria se desarrolla y se configura en torno al agua. Hay necesidad de mejorar las condiciones del servicio de agua potable, de las instalaciones sanitarias y promocionar medidas higiénicas para reducir la mortalidad infantil en general, las que contribuirán al desarrollo económico y social del país, que actualmente cuenta con saneamiento precario.
Lamentablemente el país, ya no cuenta con la contribución efectiva y altamente necesaria de organismos extranjeros, que a través de convenios , principalmente de Alemania, Canadá y otros países amigos, han prestado valiosos servicios de cooperación internacional, brindando asesoramiento en políticas y estrategias sectoriales, en gestión político-social, en saneamiento básico, en asistencia y capacitación en saneamiento básico, en desarrollo integral de servicios de agua potable y alcantarillado sanitario y en campañas de concienciación sobre el buen uso del agua, lavado de manos, que son elementales para contar con servicios de agua potable y alcantarillado sanitario de alta calidad y en forma sostenible.
Es menester de nuestras autoridades nacionales y regionales, ponerse la mano al pecho y emprender tareas que permitan mejorar la vida de los bolivianos.
(*) Periodista
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