Sábado 23 de marzo de 2013
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Editorial y opiniones
Cuándo se ha visto que el ladrón devuelve lo robado
23 mar 2013
Por: Eduardo Medrano Salamanca
Empecemos analizando a un malentretenido que se hace pescar robando, o luego de una exhaustiva investigación se determina que él es el ladrón. La autoridad competente logra hacer que se suscriba un documento de aceptación del delito y en consecuencia, el ladrón debe devolver lo robado, pero resulta que éste no recuerda haber suscrito algún documento o, tranquilamente no lo reconoce y se niega a devolver lo robado.
Este es el ejemplo que mejor nos da para analizar que en cualquier ámbito, privado o internacional. Para el caso, el Sr. (ra) Piñera (léase Rapiñera), lo propio que el por entonces ministro Koenig, nos demuestran ser los mejores alumnos del sátrapa Augusto Pinochet o a la inversa. Quién es el inventor de eso que todos los territorios que nos robó la oligarquía chilena a finales del siglo XIX son producto de haber ganado en guerra injusta y que eso les da derechos que nos imponen desde el tratado de 1904, tratado que, a todas luces, fue impuesto con mala fe. Aun de no existir dicho tratado, éste demostraba la ambición de rapiña de la oligarquía chilena, con la invasión y posterior guerra. No pretendemos menoscabar al pueblo chileno que nos ha demostrado en un sinfín de oportunidades que Bolivia tiene todo el derecho de recuperar no sólo las costas marítimas en el Pacífico, con su adhesión y manifestación de respaldo a nuestra causa marítima, inclusive en oportunidad que nuestro presidente estuvo en Chile o cuando el alcalde de Iquique, Sr. Jorge Soria Quiroga, manifiesta lo propio. Esta autoridad sí reconoce que Chile no sólo nos ganó una guerra injusta. Hace poco el ciudadano Sr. Raoul Zilleruelo Huard vino a manifestar públicamente que, por vergüenza a sus autoridades, prefería nacionalizarse y ser boliviano y, con sus palabras lo que nos fue robado debe volver a sus legítimos dueños; y qué decir del cantante Jorge Gonzales en Viña del Mar denunciaba la pretensión de la citada oligarquía de volver a pretender hacer una nueva guerra de conquista, con el absurdo pretexto del caso de los tres soldaditos; esto confirma que las uñas de estos malos vecinos siguen concientizando en las nuevas generaciones del pueblo chileno incluso de sus fuerzas armadas.