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Sábado 23 de marzo de 2013

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Revista Tu Espacio

PORTAL DE LA SABIDURÍA

Padre Universal

23 mar 2013

Fuente: LA PATRIA

Por: El Alquimista

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Como todos los seres tenemos un padre biológico, también poseemos un Padre Espiritual, que viene a ser el mismo para todos los seres de la creación. Por eso se lo denomina: ”El Absoluto”, “El Padre Cósmico Común”, “Dios”, “El Gran Arquitecto del Universo”, “El Padre Eterno”, “El Gran Océano Universal de Vida”, etc. Y se le asignan muchos nombres, de acuerdo a cada religión: “Jehová”, “Iod-He-Vau-He”, “Zeus”, “Ra”, “Viracocha”, “Brahama”, “Adhi-Budha”, “Abba”, “Alá”, “Tao”, etc. No importa el nombre que le pongamos, “Él es Él”, el Dios Padre Universal de toda la creación, el único origen y causa de la existencia, que según la Cábala Hebraica tiene tres aspectos: el Inmanifestado – “Ain”, el primer desdoblamiento – “Ain Soph” y la manifestación plena del Padre – “Ain Soph Aur”, del cual emanamos todos como chispas divinas, como rayos espirituales de un gran Sol Central Espiritual.

El Absoluto es el Ser de todos los Seres. Él es lo que Es, lo que siempre ha Sido y lo que siempre Será. Él se expresa como movimiento y reposo abstractos absolutos. Él es la causa del Espíritu, de la energía y de la materia, pero no es ninguno de ellos. El Absoluto está más allá de la mente, es por eso que, ésta no puede comprenderlo, por lo que nos toca intuir su naturaleza.

El Absoluto es Espacio Abstracto Incondicionado y eterno, mucho más allá de los Dioses y de los hombres. El Absoluto es Luz Increada que no hace sombra por ninguna parte. Está más allá del tiempo, del número, de la medida, del peso, de la casualidad, de la forma, del fuego, de la luz y de las tinieblas. Sin embargo, Él es el fuego y la Luz Increada.

Por el contrario, el humano es un ser material, un ser energético y un ser espiritual, los tres aspectos coexistiendo y vibrando al mismo tiempo, en el mismo espacio-tiempo, en forma integral, indivisible. Nuestros átomos, células, tejidos y órganos son la parte material que constituyen el vehículo físico donde la energía en sus diferentes formas: calor, electromagnetismo, emociones, deseos, pensamientos, voliciones, etc., fluye y se manifiesta gracias a la presencia y sabiduría del espíritu inmortal residente en nosotros; esa chispa divina que es una semilla de Dios en nosotros, que debe germinar para desarrollarse en nuestro universo interior, transformándonos en verdaderos hijos de Dios. El objetivo y la razón de nuestra existencia en el transitar por el cuarto reino de la creación es despertar conciencia a nuestra naturaleza divina, preparar el terreno, emocional, psicológico, mental y volitivo para que esa semilla espiritual pueda nacer, crecer, desarrollarse plenamente y SER, convirtiéndose en el maravilloso árbol de la vida que dará sus hermosos, dorados e inmortales frutos, (amor, sabiduría y todas las virtudes eternas).

Dios reposa en el mineral, duerme en el vegetal, sueña en el animal y debe despertar en el humano para crear al hijo del hombre, para levantar al Cristo íntimo en nosotros, convirtiéndonos en reyes y reinas de la creación. Somos seres creadores a imagen y semejanza de Dios; somos arquitectos de nuestros propios destinos, somos los modeladores de nuestras vidas. Seamos artistas sublimes de una obra maestra, nuestra propia vida, expresando siempre: belleza, paz interior, amor consciente, plenitud y alegría, en perfecta armonía con la Naturaleza, en conexión con el Cosmos infinito, sintonizándonos con la mente cósmica y el corazón eterno de nuestro Padre Universal, ese arquitecto maravilloso que mora en las profundidades de nosotros mismos y que está esperando que lo descubramos en esas ignotas regiones de nuestro universo interior para religarnos nuevamente con EL por toda la eternidad.

Feliz día del Padre a todos los que han comprendido el maravilloso significado del don de ser PADRES, a aquellos que entregan desinteresada y amorosamente su vida de instante en instante, responsablemente expresando y lealmente sembrando, los atributos divinos del Padre Universal, que son: Luz (que es sabiduría), Amor (que es verdad) y Poder (que es vida en plenitud).

¡Feliz día del Padre para mi Padre Querido, el Ser terrenal que en está existencia, con su ejemplo, amorosamente me inculcó: enseñanzas valiosísimas, valores éticos inquebrantables, una forma de vida recta a prueba de todo y me facilitó el sustento material necesario, sin hacerme faltar nada. Un verdadero Padre, amoroso, íntegro, responsable y leal en todo el sentido de la palabra, verdadera imagen y semejanza del Padre Universal. Gracias padre mío por todo lo que me regalas todos los días!

Fuente: LA PATRIA
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