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Sábado 23 de marzo de 2013

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Revista Tu Espacio

El psicólogo responde

23 mar 2013

Fuente: LA PATRIA

Por Lic. Carolina I. Mena Medina

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Hola me llamo Marcela*, tengo 37 años, desde que mi hijo nació he tratado de darle sólo lo mejor y me esfuerzo mucho trabajando para que sea así. Pero muchas personas me dicen que no es lo correcto. A mí me cuesta mucho porque no tengo un marido y cada vez las exigencias son mayores. Mi hijo ahora tiene 17 años y está acostumbrado a tener lo que pida y me daría mucha pena que las cosas cambien. El no es un mal alumno, pero tampoco es sobresaliente. De hecho estoy pensando regalarle un auto para cuando salga bachiller. ¿Estoy procediendo bien?

Marcela, el hecho de que toda tu vida de madre trataste de darle lo mejor a tu hijo, no significa que él resulte siendo un buen hijo o que sea un alumno sobresaliente.

Lo importante es que tú desde un principio debiste haber establecido la diferencia entre afecto y recompensa material. Son dos cosas totalmente diferentes. Los padres suelen caer en este grave error. El padre o madre que diga que quiere a sus hijos y que por eso les regala todo cuanto esté a su alcance e incluso un auto, no está siendo realista.

Puede ser una falacia que desde hace años trata de encubrir la poca o mala autoestima que tienen los padres consigo mismos.

Si tú tienes una autoestima sana y no digo elevada, sino sana y equilibrada, podrás transmitir a tu hijo esa seguridad y no recurrirás a mecanismos de compensación para tapar tus falencias, carencias o errores.

Comienza por tratar de inculcar esto a tu hijo, podrás cambiar el mal hábito de premiarlo o darle lo que él te pida cada que se le ocurra. Será difícil, pero no imposible.

A la edad que tiene ahora, es conveniente que él se dé cuenta que a veces en la vida, no puede obtener todo lo que se quiere. Que no todo es tan fácil como pedir y recibir.

Podrás ayudarlo a ser más tolerante ante un fracaso o pérdida. Te sugiero que no le regales el auto, ni ningún obsequio especial, si no alcanza metas demasiado exigentes.

Él tiene que esforzarse más para conseguir sus objetivos y sus metas. En otras palabras, tiene que costarle mucho para ganárselo, para que lo sienta como un premio por sus logros y para que aprecie, pero también tiene que estar muy consciente de cuánto te cuesta a ti brindarle lo que le das.

¿Te das cuenta?: el valor sentimental - el valor material.

No desaproveches la oportunidad, ésta es la etapa en la que tu hijo está a un paso de ser adulto. Con ayuda de un profesional podrás ayudarlo a que sea un triunfador y no un mediocre.

Recurre a un psicólogo si no lo puedes manejar sola.

(*) El nombre es un seudónimo para resguardar la identidad de la persona interesada”

Lic. Carolina I. Mena Medina

Consultorio:”La Casa está linda”

psico_menaan@hotmail.com

Direcciòn: Sucre N. 886 esq. Washington

Telf.: 52-51326 of.

Fuente: LA PATRIA
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