Las declaraciones del señor Presidente sobre la “prohibición del uso del condón”, porque “Bolivia necesita más población”, por más que luego se quiso hacer aparecer como una broma presidencial, no deja de ser un exabrupto oficial. Lo que debe decir un mandatario cuando se dirige a la población debe ser siempre coherente, serio y respetuoso. Ni cortos, ni perezosos, algunos asambleístas del oficialismo, hasta las “bromas” del Presidente las toman como órdenes y se disponen a preparar una ley en ese sentido, pese al desmentido de la Presidenta de Diputados.
El proceso de cambio no puede ahora meterse hasta en nuestra cama; la decisión de tener hijos, cuantos y cuando, es una opción absolutamente personal y es parte de un derecho humano reconocido en un sinfín de resoluciones y conferencias internacionales y hasta como una lógica de la situación económica en la que se vive. La responsabilidad de ser padre, corresponde justamente a ellos y no al Estado, menos a un partido político que se encuentra, eventualmente, en el Poder.
La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1994, hablando de los “derechos reproductivos”, afirmó que estos “se basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente el número de hijos, el espaciamiento de los nacimientos y el momento de tenerlos... sin sufrir discriminación, coacciones, ni violencia”. También se deja sentado que “la pareja libremente puede, decidir si ser o no sexualmente activa y tiene el derecho a decidir tener o no hijos, el número y el espacio entre cada uno; además, el derecho al acceso pleno a los métodos de regulación de la fecundidad”.
En mérito a todo lo dicho, el gobierno del proceso de cambio debe ser más cuidadoso en lo que permite y en lo que prohíbe. Pese a que suponen que todo vale por el simple hecho de tratarse de una declaración presidencial. Por eso, el manifestar posteriormente que se trató de una broma, esta no puede ser sino de muy mal gusto; es más, el tratar de discriminar con relación al pago de impuestos entre los que tienen hijos de los que no pueden o no quieren tenerlos, no deja de ser una discriminación más bien torpe, por decir algo suave.
“Prohibido usar condón”. Pese a que muchos dejaron pasar esa declaración sin interiorizarse de las connotaciones que la frase pudiera tener, no es aceptable. Si existiera seguridad laboral, si la economía familiar estuviera saneada, se puede pensar en hacer crecer la población; mientras tanto, es una exigencia, un llamado a actuar con irresponsabilidad. Y no todos los bolivianos son irresponsables.
Por lo menos... esa es mi opinión.
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