Pasión de los periodistas de LA PATRIA permanece intacta después de 94 años

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Transcurrieron 94 años en los que LA PATRIA se consolidó como el diario de los orureños, y con ellos los adelantos tecnológicos dejaron atrás las ruidosas salas de redacción por otros espacios sin el sonido característico de las máquinas de escribir, pero la pasión, el amor por el periodismo y por la Alta Tierra de los Urus, se mantiene firme e inquebrantable en cada uno de los periodistas de la nueva generación del Subdecano de la Prensa Nacional.

Se escucha frecuentemente que lo que se hacía en el pasado era mucho mejor que lo actual, afirmaciones que seguramente se podrían rebatir, aunque ese no es el objetivo de estas líneas, sino más bien compartir con ustedes, nuestros lectores, el compromiso de cada uno de los profesionales en comunicación que trabajan en LA PATRIA, con Oruro, con sus intereses y sus anhelos, brindándoles día a día información equilibrada y responsable.

En este tiempo tampoco cambió el espíritu inquieto de los periodistas que todas las mañanas salen en busca de noticias y luego retornan raudamente a redactarlas, claro ahora con la ayuda de la tecnología, como internet y las redes sociales como el Facebook y el Twitter, que conviven en ella generando gran cantidad de información.

Los tediosos procesos de revelado para las fotografías que ayudan a contar las historias en el periódico son cosa del pasado, pues ahora el formato digital reemplazó al físico, sin embargo, esto no implica que el sacrificio y la pericia de nuestros compañeros, los reporteros gráficos sea menor, pues muchas veces continúan arriesgando su integridad física por estar en el lugar de los hechos, tomando en cuenta el conflictivo constructo social en el que vivimos.

Pasaron muchos años de vigencia en LA PATRIA, varias generaciones de reporteros, diversos momentos políticos, económicos y sociales, ciertas tendencias periodísticas y un sinfín de elementos que hacen a la historia del Subdecano de la Prensa Nacional, pero en definitiva pisar sus salas de redacción imbuye a sus trabajadores del espíritu batallador de nuestro extinto director Enrique Miralles Bonnecarrere (†), que proclamaba como código incorruptible a la ética.

Fuente: LA PATRIA