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Domingo 17 de marzo de 2013

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Cultural El Duende

Sed de horizonte azul y libertad

17 mar 2013

Fuente: LA PATRIA

Coloquio entre las gaviotas del Mamoré y las gaviotas del Mar

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A propósito de nuestro irrenunciable derecho marítimo.

–Hermanas gaviotas del Mar:

Las gaviotas del Mamoré nacimos bajo el limpio cielo amazónico del Gran Mojos, región norte de Bolivia, en el mismo instante en que las aguas bajaban presurosas de las montañas y los ríos abrían sus cauces por la llanura tropical.

Nacimos donde la pampa se abraza cada día con el horizonte verde, al despuntar el alba o al caer el crepúsculo. En las hermosas playas que la sequía va dejando en las orillas del gran río madre.

Este territorio de Mojos-Beni es una verde e inmensa cuenca tejida de sabanas y bosques, ríos y lagunas. Al comenzar el año, las lluvias en las montañas y en la llanura, alborotan los cauces fluviales y rebalsan sus aguas, inundándolo todo. Es cuando esta tierra amazónica se transforma en un exótico mar mediterráneo.

Después viene la paradoja: el mar se vuelve una pradera desierta entre árboles y ríos. Lo que antes estuvo repleto de agua, ahora está reseco y el suelo se resquebraja implorando lluvias que tardarán en llegar. Los ríos retornan a sus cauces y se encogen hasta quedar convertidos en delgadas hilachas de plata, llenos de palizadas. Las playas surgen por doquiera, y en sus arenas calientes y tibias, quelonios y gaviotas hacemos nuestros nidos para que sigan vivas nuestras especies. Ambos paisajes tienen sus propios encantos.

Y así como somos testigos de aquellos cambios en la naturaleza, también conocemos las vivencias del hombre que habita esta llanura amazónica. Aprendimos como él, a vivir con el río y la playa, contemplando la creciente turbulenta en el verano y el manso fluir en la primavera. Acompañando la canoa repleta de frutos y sueños del poblador indígena, cuando este suelo y este cielo le pertenecían plenamente. Aprendimos a volar y cantar bajo la lluvia o el sol. Seguimos a viajeros y científicos del siglo XIX que recorrieron sus aguas, buscando gloriosas historias del Gran Mojos.

–¡Hermanas gaviotas del mar...! ¿Qué hay más allá de las montañas andinas o más allá de los ríos cuando sus aguas se pierden en la inmensidad?

–¡Hermanas gaviotas del Mamoré.....! ¡Aquí están los mares, los océanos infinitos en cuyas orillas florecen pueblos y ciudades progresistas o están los acantilados profundos socavados por constantes y encrespados oleajes!

¡Acá están los océanos, los mares infinitos de aguas azules que pintan de añil las bóvedas insondables del cielo! ¡Acá están los mares de horizontes azules, grandes escenarios de encuentros, donde los pueblos se confunden en abrazos de trabajo, fraternidad y bienestar!

–¡Hermanas gaviotas del mar...! ¿Qué hay más allá de las montañas andinas o más allá de los ríos cuando sus aguas se pierden en la inmensidad?

–¡Hermanas gaviotas del Mamoré.....! ¡Aquí está el Mar Pacífico, que entibia sus aguas azules con los rayos del sol naciente! ¡Más allá está el Mar Atlántico, donde se zambulle para dormir el disco rojo cuando termina su andar cotidiano!

¡Donde nosotras, gaviotas marinas, enamoradas eternas del horizonte azul, acompañamos con nuestro raudo o lento vuelo cósmico, al trasatlántico o al yate o al velero que navega o al pesquero que echa sus redes buscando alimento!

¡Acá y allá, están los mares azules en cuyos puertos llega o parte el barco con su carga de alegría o de nostalgia! ¡Acá están los mares azules en cuyas playas soleadas o en los remolinos de los acantilados estamos nosotras, gaviotas del mar, gozando a plenitud del horizonte azul y la libertad!

¿Qué sería del mar sin las gaviotas y las gaviotas sin el mar? ¡Se perdería el canto de la libertad! ¿Qué sería del mar sin el horizonte azul y el horizonte azul sin el mar? ¡Se perdería el símbolo de la libertad! ¡Sí, porque el mar, el horizonte azul y las gaviotas marinas somos el símbolo de la libertad! Para que los hombres jamás lo olviden. Para que las naciones nunca lo pierdan.

–¡Hermanas gaviotas del Mar…! ¡Hermanas gaviotas del Mar…! ¿Será por eso, que cuando nos arrebataron el mar, Bolivia perdió también el horizonte y la libertad? ¡Nuestro país quedó atrapado entre sus montañas andinas, entre sus bosques y llanuras amazónicas! Lo peor de todo: ¡extravió también su unidad y su voluntad de trabajo!

–¿Cómo sucedió todo esto, hermanas gaviotas del Mamoré..?

Un país estrecho y alargado, que parece una gigantesca serpiente, rodeado de mar y de cordilleras, ambicionaba más aguas y otros cielos azules. Codiciaba sobre todo nuestras riquezas naturales. Una noche oscura de tempestad y sin luz en el faro, abrió sus fauces y se tragó toda la costa que nos pertenecía.

¡Cuatro mil quinientos kilómetros de playa y mar tiene Chile, pero de vecindad sin amistad con nuestra patria! ¡480 kilómetros de litoral marítimo boliviano, usurpados por la fuerza y más de un siglo de agonía ha dejado en nuestra lastimada república! Solo es posible comprenderlo, hermanas gaviotas del Mar, cuando se ha sufrido tamaña injusticia.

–(Todas las gaviotas, al unísono) ¡Devolvedles el mar, usurpadores! ¡Invasores, devolvedles el mar!

¡O las gaviotas de todos los mares y el horizonte azul de todos los mares, gritaremos a una sola voz: ¡Justicia para Bolivia! ¡Justicia para Bolivia! ¡Justicia para la patria que nació con mar! ¡Justicia y Autonomía, Trabajo y Unidad para la Patria que nació con mar!

Arnaldo Lijerón Casanovas.

Mojos-Beni.

Académico de la Lengua

Fuente: LA PATRIA
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