Domingo 17 de marzo de 2013

ver hoy










Nerón se veía obligado a hacer algo. Le estaban poniendo en ridículo. He aquí su razonamiento:
Aquí todo iba muy bien hasta que un día llegaron, de algún lugar de las provincias, dos criaturas increíbles. Se llaman Pedro y Pablo, o alguno de esos nombres que uno nunca ha oído. Desde su llegada, la vida en Roma se ha vuelto imposible. Reúnen multitudes a su alrededor y obstruyen el tránsito con sus milagros. En verdad es intolerable. Yo, el emperador, no encuentro reposo. Cuando me despierto por la mañana y me asomo a la ventana, o primero que veo es cómo en mi jardín trasero sucede algún milagro.
Oscar Wilde en: El arte de conversar
Fuente: LA PATRIA