El poder creador de La Cruz

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La Cruz para los sabios no es solo un símbolo convencional y místico, sino la manifestación de un conjunto de leyes invariables, que producen todos los hechos de la Naturaleza, sin excepción alguna.

Los químicos saben que la reacción de los elementos solamente se da al cruzarlos unos con otros, por ejemplo; el agua, es sencillamente el cruzamiento de dos moléculas de hidrogeno con una de oxígeno, siendo este precioso fluido indispensable para la vida orgánica. El poder para producir agua, está en La Cruz del hidrógeno con el oxígeno.

La armonía en la marcha de un sistema de mundos, depende del punto magnético crucial, donde las dos fuerzas, centrífuga y centrípeta, se hallan equilibradas, el poder que sostiene los mundos, está en La Cruz magnética de los espacios.

Una célula masculina se cruza con una célula femenina y de este cruzamiento resulta el ser humano. El hombre es el resultado de La Cruz del zoospermo masculino con el óvulo femenino.

Por la calle marcha un joven y se encuentra con una damita, se cruzan sus miradas y de esta cruz prodigiosa, sutil e impalpable, pero real en su poder mágico, nace un afecto, nace un amor que organizará un hogar y producirá efectos asombrosos, como son la multiplicación de la especie, la grandeza de una patria y quizás la aparición de un genio que haga aumentar el progreso de la ciencia, o de la filosofía para mejorar al mundo. La mirada se cruza con algún ser u objeto, y en este cruce se obtiene experiencia acerca de los seres y de las cosas. La Cruz magnética de las miradas, muestra que el poder está en La Cruz.

Una semilla es introducida en la tierra y al cruzar su poder germinador con los elementos químicos que constituyen la corteza del planeta, se producen árboles, flores, frutos y semillas que pueblan el mundo; demostrando que el poder creador está en La Cruz.

Sin La Cruz, no existe nada nuevo, ni se podría transformar lo antiguo, los sabios saben exactamente el valor transmutatorio de La Cruz y le rinden culto, no fundamentados en ninguna creencia, sino en un saber absoluto e inequívoco de la verdad.

Cuando alguien expone una idea acerca de algún aspecto filosófico, social o científico, esta idea se cruza con la que poseen los que escuchan. Con el cruzamiento de las ideas, se prueban las inteligencias y se descubren las verdades, eliminando lo erróneo.

Las substancias nutrientes de los alimentos que ingerimos, al ser cruzadas bioquímicamente con nuestra vida fisiológica celular producen cruciales reacciones para renovar la vida de la célula gastada y crear otra nueva.

La Cruz encierra el misterio de todos los poderes imaginables, ya sean estos físicos, biológicos, intelectuales, morales, espirituales, etc. No hay ninguna persona que filosófica, científica y racionalmente, pueda hallar algún hecho que no dependa del poder de La Cruz, así, una vez más, podemos afirmar enfáticamente que el poder está en la cruz de los sabios.

En La Cruz está el poder del Universo construyendo átomos, moléculas, células, órganos, organismos, mundos y sistemas de mundos. En el aspecto intelectual, es La Cruz de las ideas, la que produce nuevos estados de conciencia; en el aspecto moral o sensitivo, es La Cruz el poder que causa todas las sensaciones maravillosas que ennoblecen y dignifican el alma; al cruzarse las melodías musicales, con la capacidad auditiva del ser que las escucha, se produce una bella eclosión en la sensibilidad del alma y así la armonía interior resulta de esa preciosa cruz de los sonidos; al cruzarse la vista con una belleza natural, como una flor, o una bella mujer, aparecen en el alma sentimientos de divina inspiración, que hacen descubrir a la conciencia los íntimos resortes de la perfección que se encuentra en la armonía de las formas; al cruzarse el pensar con el sentir, el ser humano se encuentra no solamente en perfecta armonía, sino con suficiente capacidad para acometer con éxito la labor en la cual está empeñado.

Hay que aprender a pensar como el filósofo y sentir como el artista”, pues reuniendo en preciosa amalgama crucial el elevado pensamiento del filósofo con la sensibilidad divina del artista, surge el encantamiento mágico del alma del verdadero Ser humano.

Esta Cruz del pensar y del sentir, en perfecta concordancia y armonía, es la que permite desarrollar el lado místico y espiritual de la existencia.

Bendita y divina Cruz, en tu preciosa estructura, se hallan ocultos todos los misterios de la naturaleza y de la vida. Por eso Jesús te eligió para mostrarnos la universalidad de sus enseñanzas, muriendo crucificado, para luego resucitar y ascender al Padre, demostrándonos que el poder está en saber usar La Cruz.

Fuente: LA PATRIA