Durante décadas el Departamento de Oruro sufrió por decenas de frustraciones en sus programas de desarrollo; esas frustraciones tuvieron bloque negativo de autoridades del Gobierno central en todas las épocas, junto a poca imaginación y coraje de autoridades departamentales ante la inercia de nosotros mismos que no supimos ensamblar esfuerzos para vencer el no importismo de gobernantes que siempre nos trataron como habitantes de una región de último nivel.
Entre la década del 70 del siglo pasado, el Gobierno dispuso realizar labores de prospección y perforación de pozos petrolíferos en varias regiones de Oruro; también en Potosí, contratando empresas extranjeras especializadas. En la provincia Salinas de Garci Mendoza y Caracollo, fueron centros de trabajo con la instalación de grandes equipos y campamentos. Después de varios meses de trabajo las empresas abandonaron su labor, sin que hayan existido para Oruro los resultados, aunque algunos trabajadores nacionales que estuvieron en las zonas, expresaron que surgía gas a 3.000 metros de perforación en Caracollo, mientras que en Potosí después de conocer los resultados, se formó una caravana de ciudadanos para trasladarse a los lugares de perforación, constatando resultados satisfactorios, sin embargo, el Gobierno selló las bocas de perforación en aquel departamento y el nuestro, por decisiones oscuras y presión de consorcios del oriente boliviano.
Otro aspecto negativo fue la anulación del proyecto a diseño final y firma de contrato con una empresa francesa para instalar la fábrica de cemento en Sevaruyo, aprovechando las bondades de la piedra caliza existente en el cerro Pahua. La oposición de este proyecto fue hecha por el entonces Contralor General, Manuel Morales Dávila, acérrimo enemigo de Oruro y amigo leal de quienes conformaban el consorcio cementero en el país.
También fue frustrada la instalación del ensamblaje de vehículos motorizados por la empresa polaca Pol-Mot Company Ltd., a través de un convenio firmado con el consorcio nacional Solimex.
Esta institución recibió 4 hectáreas de terreno con todos los servicios en el parque industrial de Vinto en 1988, por parte de la entonces Prefectura, la ex Corporación de Desarrollo (Cordeor) con el respaldo de la Alcaldía Municipal y el Comité Cívico.
Marianela Matuna, representante de la firma polaca Solimex-Pol-Mot, explicó que el acopio de equipos y trabajos que corresponde a obras civiles comenzarían el 11 de enero de 1989. Por su parte, Fernando Antezana Fiorilo, ejecutivo del consorcio, dijo que en Oruro se ensamblará toda gama de motorizados porque tiene fe, al ser considerada esta ciudad como eje central del movimiento vehicular, industrial y económico.
El citado proyecto fue desmembrado por el gobierno de Paz Estenssoro y presiones oscuras del centralismo, siendo postergados los programas de desarrollo, porque tampoco autoridades departamentales de la época supieron respaldar con firmeza tocios los proyectos.
Ho podemos ignorar algunas obras que actualmente son encaradas en el departamento, como la conclusión del camino carretero Oruro-Pisiga después de 66 años de haberse puesto la piedra fundamental, la ampliación del aeropuerto "Juan Mendoza", cuya nominación histórica fue cambiada por adulones asambleístas masistas, con la designación de Evo Morales, actitud resistida por todas las instituciones orureñas. Habría sido más simbólico que nuestro Primer Mandatario, despojándose de un ápice su humildad y ego, rechazara la nominación entendiendo que ya tiene un museo en construcción en Orinoca, a un costo de 45 millones de dólares, producto del dinero del pueblo boliviano.
(*) Periodista
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