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Sábado 09 de marzo de 2013

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Revista Tu Espacio

El psicólogo responde

09 mar 2013

Por Lic. Carolina I. Mena Medina

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Carolina, he tenido tres novios que me han ofrecido casarnos estando ambos enamorados, pero las tres veces la relación ha terminado en nada.

Ahora tengo un novio y estamos muy enamorados. Sé que me va a pedir que nos casemos, pero no sé si estoy preparada para tener una vida matrimonial.

Veo esa vida como algo muy lejano. Aunque tengo 36 años, no me veo casada. ¡Y tengo 36!

¿Qué debería hacer?

Querida amiga:

Es posible que durante tu vida amorosa hayas tenido fuertes decepciones o desilusiones que te hayan llevado a tener rechazo por algo serio.

Y ahora que si quieres casarte o al menos tienes la leve idea que podría ser, surgen las inseguridades y los miedos.

Quizás lo que te impulsa a pensar ilusionada en un posible si, es la cuestión de la edad, sin embargo no debes aceptar presionada por esto.

Debes tomar en cuenta los sentimientos de tu pareja y lo que los dos quieren por igual para su relación.

El compromiso para el matrimonio no sólo significa formar un vínculo estrecho de amor, lealtad, respeto y confianza con tu pareja, sino que formes un hogar y una familia cuando llegan los hijos.

Debes preguntarte si tienes miedo al compromiso, a las responsabilidades dentro el matrimonio, dentro el hogar. Saber a qué le tienes miedo.

Es importante que además de sentirte preparada para afrontar estas nuevas funciones y roles, sepas qué es lo que buscas y qué es lo que quieres.

Sucede que esta etapa para la mujer, la define como tal en plenitud.

Es como cuando un muchacho o muchacha buscan alternativas para ser profesionales, pero existe algo llamado vocación que muchas veces dejamos de lado.

La vocación, así como es importante para elegir una carrera o una profesión deberá ser relevante en el momento de tomar decisiones importantes sobre tu vida y compromisos.

Si quieres ser una persona que consagre su vida a la soledad, tienes que saberla aprovechar y disfrutarla.

Si tú eres profesional y quieres realizarte como tal, siéntete con total libertad de hacerlo; eso no te quita tu esencia, ni tu feminidad.

Si quieres ser madre y esposa. La consagración y el compromiso son diferentes, no más especiales ni menos difíciles que las otras opciones.

Y finalmente si quieres casarte y no tener hijos por acuerdo mutuo, hazlo.

De cualquier forma la ayuda profesional puede ser útil, para que puedas encarar tus temores.

Un abrazo.

Lic. Carolina I. Mena Medina

Consultorio: “La Casa está linda”

Dirección: Sucre no. 886

esq. Washington

Telf.: 52-51326

psico_menaan@hotmail.com

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