Sábado 09 de marzo de 2013
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Bien sabemos que todas las obras que realiza el Gobierno en todo el país las lleva adelante con recursos del Estado boliviano.
Ministros, gobernadores, alcaldes u organismos autónomos que operan en la nación, deben tener presente que es su obligación servir al pueblo, para eso han sido nombrados o elegidos.
O sea, una obra efectuada en el aspecto deportivo, social, infraestructura, edificios, carreteras, aeropuertos, creación de industrias, fomentos a la producción y al desarrollo coherente, no necesariamente requiere un premio o poner el nombre de un personaje vivo.
Bastará la plaqueta usual donde figuran los nombres de funcionarios, ejecutivos y autoridades, locales y nacionales, que ejecutan un determinado proyecto.
Estas normas de carácter universal, se las realiza cualquiera sea el gobierno de turno, sin importar si son de derecha o de izquierda.
Pero, al parecer los asambleístas departamentales ignoran estos principios de ética, y se apresuraron en dictar una ley departamental, cambiando la denominación de "Juan Mendoza", del pequeño aeropuerto que se pretende llamar "internacional" denominándolo con el nombre de nuestro Presidente del Estado Plurinacional, olvidando que Juan Mendoza ya murió hace mucho tiempo, en cambio nuestro gobernante sigue vivo y gozando de buena salud.
