Jueves 07 de marzo de 2013
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Indivisible este triple factor de la cotidianidad en cualquier ciudad, pero de manera especial en la nuestra donde existe un alarmante caos institucionalizado, como lo explicamos con detalles en un anterior comentario, situación que en lugar de disminuir su negativa condición de manera alarmante aumenta su demoledor efecto comprometiendo la seguridad de personas e inclusive de las movilidades, tanto de servicio público como las particulares.
El asunto es que muchas calles de la ciudad se encuentran en pésimas condiciones, la mayoría de éstas se ubican en los barrios periféricos, algunos en los que sólo hay huellas por efecto de la temporada de lluvias y la falta de oportuno socorro comunal. Pero no son excepción las calles del centro urbano, que además de las calzadas también tienen problemas las aceras, de donde surge la bronca citadina ya que los “pacientes” transeúntes no tienen espacios definidos para transitar en sus barrios o en cualquier parte de la ciudad ya que siempre existe algún problema, por falta de previsión.
Un hecho lamentable y que en cualquier momento puede ser causa de un grave accidente se presenta en la doble vía a Vinto, en realidad la Avenida 24 de Junio que se encuentra en muy lamentable estado de conservación, propiamente con graves daños en su estructura asfáltica, sin adecuada señalización, con “rotondas” mal diseñadas y peor construidas, ahora además con enormes baches y con los famosos “rompe muelles” que sólo conocen los que transitan esa vía diariamente y ocasionan grandes sobresaltos a conductores que no perciben las ondulaciones del terreno porque la pintura amarilla desapareció años atrás.
Fuente: LA PATRIA
