Sábado 02 de marzo de 2013
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Sucre, una ciudad blanca y tranquila, caracterizada por su arquitectura colonial, ha dejado de poseer esas cualidades por la variedad de construcciones clandestinas en el centro histórico, o por la antigüedad de viviendas -que son un peligro para la gente-. Estos (pequeños) detalles hacen que se pierda la honra de ser una ciudad histórica.
La Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, es conocida como la más antigua del país y de América. En años anteriores era una de las universidades más prestigiosas, por su historia y por su alta educación.
En el ranking SIR 2010-2012 de las mejores Universidades Bolivianas, figuró en la “quinta posición”. Un indicador que señala el sesgo de lo que era la universidad.
En la actualidad el coeficiente intelectual de la juventud, deja mucho que desear, por ejemplo varios estudiantes carecen de moral; desconociendo la identidad de la ciudad, de la historia, de la cultura, etc.
La ciudad blanca, caracterizada (también) por ser ciudad “culta”, fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Empero, ahora ¿qué hay de culta?, es la pregunta sensible que todos se suelen hacer: ¿Se tiene las mejores orquestas sinfónicas? ¿Se tiene ferias del libro internacionales? ¿Bibliotecas equipadas? ¿La mejor universidad del país? ¿Librerías que oferten una variedad de libros, a excepción del Archivo y Biblioteca Nacional de Bolivia?, y muchos otros elementos más que deben ser considerados para una ciudad culta.