No hay referencias válidas que muestren un avance sustancial en el proyecto más importante de Oruro que consiste en la implementación de su Puerto Seco como la alternativa más viable para consolidar el desarrollo sostenible del Departamento.
Muchos argumentos son manejados a diestra y siniestra por autoridades de la Gobernación sin llegar a establecer con claridad los aspectos negativos que estuvieran perjudicando el avance de las gestiones legales para enderezar el rumbo del proyecto de modo que la instalación del Puerto Seco se convierta en realidad.
Persiste el litigio con la empresa Prointec, que en su momento avanzó hacia la concreción de un anhelo orureño que data de mucho tiempo atrás y que sigue entrabado por falta de un trabajo especializado a cargo de un equipo técnico, legal y financiero que se ocupe de limar las asperezas existentes y limpie la senda operativa hacia el objetivo de poner en funcionamiento el proyecto en sí.
Es urgente establecer la vigencia legal del proyecto lo que muy bien podría empujar el Ejecutivo, mejor aún si fuese con la voluntad política de nuestro gobernante orureño, ordenando de una vez la simplificación de todos los engorrosos trámites que siguen postergando el macro proyecto orureño.
Preocupa saber que en materia económica no se haya adoptado las previsiones del caso para que desde la Gobernación se responda sin trabas a los requerimientos del Puerto seco, que por supuesto necesita de un buen caudal de fondos, que si bien fueron comprometidos literalmente ahora son necesarios materialmente.
Lo que se observa es una manifiesta dilación en el curso de todos los trámites que tienen que ver con el Puerto Seco, las obstrucciones han sido más frecuentes que las pocas opciones de avance en materia de justificar esa parte fundamental que consiste en dar legalidad institucional al Puerto Seco, aspecto que debe solucionarse cuanto antes en base a determinaciones superiores.
Es importante que la brigada parlamentaria y los asambleístas departamentales coordinen ideas y tareas para impulsar este proyecto, pues se trata en verdad del futuro regional para garantizar la diversificación económica de la región, colocándonos tan cerca de los puertos del Pacífico, en un verdadero puente para incentivar las importaciones y exportaciones hacia el Atlántico por una expedita ruta bioceánica.
El Puerto Seco necesita de una colosal infraestructura para trabajar a plenitud atendiendo ese flujo comercial de ida y vuelta, sin embargo no tenemos que esperar todo ese trabajo para comenzar a operar, lo que necesitamos ya, es dar paso a la implementación administrativa del Puerto Seco, a su presentación en los mercados externos y en el nacional trabajos que se deben hacer con un adecuado plan de marketing para el que se precisa un verdadero equipo profesional que ponga el Puerto Seco de Oruro en la vitrina mundial.
Ese avance cualitativo en el proyecto nos permitiría a los orureños, insistir luego y con todo derecho en el asentamiento estructural del mismo allí donde corresponda y con toda su moderna infraestructura. El Puerto Seco no debe seguir estancado por la imprecisión de autoridades y responsables del proyecto, necesitamos apoyo gubernamental que se convierta en un premio a la lealtad con la región.
Fuente: LA PATRIA
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