Jueves 28 de febrero de 2013
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Poco a poco, Bolivia está perdiendo amigos, y eso importa.
Lord Palmerston (Henry John Temple) decía que «Inglaterra no tiene amigos permanentes ni enemigos permanentes. Inglaterra tiene intereses permanentes». No obstante, habrá que reconocer que también cuentan la solidaridad y la amistad en las relaciones de los países que compartimos el continente americano y que es cierto que las actitudes y el estilo personal de los dirigentes políticos influyen en las relaciones exteriores de un país. Por ello, la agresividad, las insidias, las bravuconerías y las provocaciones, además de inútiles, causan peligrosas tensiones.
Hay quienes piensan que la firmeza y la claridad se consiguen con acusaciones y agravios. Aquí un ejemplo: El Presidente Evo Morales, en ocasión de la III Cumbre de Jefes de Estado o Gobierno de Sudamérica y África, acaba de afirmar que el "imperio (como los gobiernos de la ALBA se refieren a Estados Unidos), usa la democracia, pero también usa el terrorismo". Esta no deja de ser una acusación grave –sin pruebas– contra un país que ha sufrido el tremendo atentado contra las torres gemelas de Nueva York, con un saldo de casi tres mil muertos. No queda claro qué se busca con este tipo de acusaciones difíciles de sostener.