Domingo 24 de febrero de 2013
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Ante el declive de muchos medios de comunicación tradicionales, Internet emerge como una potente alternativa capaz de recuperar la esencia del periodismo.
La Industrialización convirtió la información en un producto muy rentable. Desde entonces, la concentración de medios ha puesto en peligro la pluralidad, la veracidad y la libertad de la prensa. Detrás de cada gigante mediático se encuentran presiones económicas, financieras y políticas que convierten la información en un objeto frágil y vulnerable.
La concentración mediática es un riesgo también para la calidad de la noticia. Los medios tradicionales se enfrentan a la disminución de la tirada de periódicos, a la reducción de la audiencia en radio y televisión, además de a una profunda crisis económica. Esta tesitura ha forzado a los grandes grupos mediáticos a reducir su plantilla; menos redactores, menos enviados especiales, menos reporteros…, en definitiva menos testigos capaces de acreditar lo que acontece en el mundo. Como consecuencia la información que recibimos es cada vez más básica, más superficial, menos plural y menos libre.
Blogs, periódicos y demás redes sociales digitales se han convertido en una fuente de información capaz de contrarrestar la decadencia de los medios cotidianos. Vivimos en la Era de la Información y la Comunicación, gracias a las nuevas tecnologías podemos acceder a la información de forma rápida y sin fronteras. Miles de periodistas repartidos por todo el mundo comparten su trabajo de forma gratuita a través de las nuevas plataformas digitales. Se trata de un compromiso al servicio del ciudadano, de la libertad y de la pluralidad. Gracias a estas nuevas alternativas es posible hablar de un periodismo libre capaz de informar e investigar de excesos, abusos y errores de los poderes públicos y económicos sin presiones externas.