Se dice que los humanos somos animales de costumbres, pero algunas de ellas no son tan buenas y deberíamos considerar cambiarlas.
¿Que tenemos la costumbre de llegar tarde? Pues no es algo muy favorable que se diga, al contrario es una práctica perjudicial, por lo tanto debiera ser cambiada.
Sin embargo, adentrándonos al tema que se quiere tratar a través de este artículo, hablemos de la costumbre de quedarnos sólo en las campañas. Para ilustrar mejor a qué nos referimos, daremos un ejemplo; nos acordamos de los adultos mayores sólo cuando es su día, de los niños simplemente el 12 de abril, Día del Niño, en Navidad o en Reyes Magos. Pero una vez que pasan esas fiestas mantenemos a esas personas totalmente en el olvido el resto del año.
Otro ejemplo que podemos dar es que cuando se presentan fiestas especiales, que implica que habrá consumo masivo de ciertos alimentos; las instituciones relacionadas al rubro de la salubridad se ocupan de realizar “batidas” o campañas, a través de las cuales controlan que los productos que se vayan a consumir estén en buen estado.
Hemos observado que en esas batidas se decomisan alimentos “no aptos para el consumo humano” por estar en mal estado o por no reunir las condiciones sanitarias exigidas por las entidades encargadas de cuidar la salud de la población.
No obstante, el resto del año, los mismos productos o similares se expenden en los centros de abasto sin ningún control, sean o no aptos para el consumo de las personas.
Asimismo, mucha gente que se enferma del estómago, ni siquiera lo reporta porque piensa que es un mal pasajero, que con un “matecito” sanará, sin saber en muchas ocasiones qué fue lo que le hizo daño.
Lo mismo ocurre con las bebidas, se decomisan, se queman y se arma un gran alboroto cuando hay fiestas como Carnavales, San Juan, Año Nuevo, para que no se vendan productos adulterados que podrían dañar la salud de las personas.
Sin embargo, el resto del año, vemos que jovencitos consumen cualquier tipo de bebida sin ningún control, en especial cuando se trata de bebidas alcohólicas y se debe “ahorrar”, pues los jóvenes no pueden darse el lujo de “farrear” con productos “caros”.
Muchas veces, esos mismos productos alimenticios que se expenden todo el año son decomisados durante las campañas sanitarias y, a través de éstas se descubre que contienen algún elemento que daña la salud, tal es el caso de ciertas bebidas espirituosas que contienen metanol, considerado un veneno para las neuronas.
Es por todas estas consideraciones que deberíamos dejar la costumbre de quedarnos en las campañas y preocuparnos por la salud de la población el año entero; en especial esa debe ser la tarea de los funcionarios que trabajan en salubridad, por lo que también debe haber un presupuesto destinado a esas acciones.
Periodista y Directora de LA PATRIA
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