Aún no se disipa el asombro por la fastuosidad y misterio del Carnaval de Oruro, calificado como el tercer festejo más hermoso del mundo por la prensa europea, sólo detrás del de Río de Janeiro y del de Venecia.
Muchos de los visitantes de la versión 2013 están seguros que presenciaron el mejor de los últimos años.
Uno siente que casi es imposible superar la espectacularidad que han conseguido los orureños y los bailarines y músicos que llegan de todo el país y, cada vez más, desde el exterior. No sólo migrantes, sino forasteros de países vecinos y ahora una banda alemana, fascinada por el exceso ante el altar de la Pachamama, virgencita del Socavón.
También inquieta pensar qué sucederá en el futuro, cuando la información llegue a más turistas y Oruro colapse pues en los últimos tres años parecería imposible albergar a más del medio millón de carnavaleros que se desplazan a la ciudad minera por uno, dos o tres días.
Asimismo, es curioso cómo en este Carnaval, al contrario que otros como en el oriente del país, donde las mujeres se tapan con los disfraces, en este páramo es la ocasión en la cual las damas muestran cada vez más escotes, piernas y traseros. Las reinas de belleza de todo el país, han descubierto que el sombrerito, la faldita y la blusa de caporales realzan la sensualidad como una vara mágica y, en el caso de ellas, el atractivo femenino sube a límites renacentistas y helenos.
La fiesta durará algunos días más, pese a la Cuaresma, con las despedidas, las últimas tentaciones, los cambios de pasantes, los adioses y la planificación para el 14 porque nada quedará al azar. Para la fiesta, la disciplina se ajusta rigurosamente.
Al mismo tiempo, la ciudad que tanto amo- con exageración, dicen algunos amigos- seguirá pariendo poetas y artistas de vanguardia.
Oruro ha dado al país escritoras existencialistas como Laura Villanueva, la audaz Hilda Mundi; periodistas atrevidas desde los años 20 como Betzabé Salmón y las chicas de la revista Feminiflor, la más completa publicación femenina durante varias décadas; pintoras irreverentes como la recién fallecida Agnes Ovando Sanz de Frank, quien en sus 98 años de vida vivió como libertaria.
Hay quienes creen que Oruro es una ciudad conservadora, fría y hasta aburrida fuera del festejo carnestolendo porque no conocen la dinámica creativa de quienes nacieron o ahí vivieron. Luis Cachín Antezana, Eduardo Mitre, son un ejemplo. Benjamín Chávez, cruceño de nacimiento y ascendencia, orureño de inspiración, es el mejor de los poetas.
En Oruro se da el ejemplo único a nivel nacional de Luis Urquieta, el empresario privado que destina gran parte de su patrimonio al respaldo quincenal y permanente para difundir la cultura orureña y nacional con "El Duende", publicando libros, auspiciando encuentros de poetas.
Oruro, no sólo por su esplendor minero/económico sino, sobre todo por la calidad de su gente, seguirá como vanguardia del festejo y del arte, por muchos años más.
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.