Mega centro turístico minero construirán en ciudad de Oruro
03 ene 2010
Fuente: LA PATRIA
Museo recogerá costumbres y laboreo de la ancestralidad
• Por: Elías Delgado Morales - Periodista Profesional
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El acelerado crecimiento de la población orureña y los requerimientos —cada vez más apremiantes— de fomentar el turismo, han forjado corrientes creativas que redundarán en plausibles beneficios colectivos, para activar iniciativas económicas, formativas y de cultura en general.
Ese es el caso por ejemplo, de la creación del Museo Histórico que nunca tuvo Oruro, concertado entre el Ministerio de Culturas, Alcaldía Municipal y Prefectura del Departamento, bajo constructivas iniciativas del Consejo Departamental de Culturas de reciente formación.
A este tiempo, hay que sumar la erección de un Mirador de la Virgen del Socavón de enormes proporciones en el cerro de Santa Bárbara, que demandará dos años de trabajo con financiamiento municipal-prefectural.
Hoy debemos comentar algo significativo para la orureñidad. Se iniciaron la obras de construcción del Centro Turístico Minero San José, que en sus seis áreas físicas, abarcará una impresionante superficie de más de mil metros cuadrados, a un costo de un millón y medio de bolivianos.
La empresa “Freddy Saavedra”, se adjudicó estos originales trabajos, para entregar en doscientos diez días calendario, lo que significa que este megaproyecto, será librado al servicio del turismo y la cultura para el próximo 6 de agosto.
El Centro Turístico Minero ha sido localizado en los desmontes de la prehistórica mina de Itos, al sudoeste de la ciudad de Oruro, o más concretamente, detrás de la cadena montañosa que protege esta cuatricentenaria capital.
Allí se emplazarán las áreas de, Administración, Galerías de paseo, Sala de interpretación, Sala de Rituales Mineros, Malacate, y el Museo en el interior de la mina.
Este complejo ideado por el prefecto Alberto Luis Aguilar, que es antropólogo de profesión, está destinado a rescatar lo que fue el esplendor de la minería en la Colonia, cuyos parajes, rajos, y chimeneas rutinarias, hablan todavía de un pasado de auge productivo, a la vez que del sufrimiento y las penurias de miles de nativos, que cumplían jornadas hasta de diez y ocho horas de trabajo, entregando prácticamente sus vidas a los oscuros socavones.
Este repositorio, según sus responsables, será interactivo, y contará con todos los recursos que brinda la moderna tecnología, reproduciendo a los visitantes, escenas de cuanto era la minería del coloniaje, sin que falte un paraje donde se repondrá la mitológica y legendaria figura del “Tío de las Minas”, tan entroncado en la creencia popular de nuestros días y que seguramente perdurará a través del tiempo y del espacio
El Museo en el nivel cero, con techos, muros y pisos de roca también será escenario de eventos culturales afines para lo que se construirá un proscenio abierto y graderías que acogerán a más de sesenta personas cómodamente instaladas.
Se mostrarán también equipos, herramientas y maquinarias de la minería ancestral complementando con esculturas de fibra de vidrio y vestimentas de la época, con visión de análisis etnográfico y antropológico adecuados.
En las galerías de circulación se tomará en cuenta una ajustada señalización preventiva, restrictiva e informativa para los visitantes. Funcionarán espacios de recreación variados, un edificio con hall de espera, boleterías, áreas de información y difusión, restaurantes, tiendas de souvenirs, administración, baños y duchas para hombres y mujeres, de manera que el confort sea una carta de presentación para los participantes.
La iluminación respectiva y los sistemas de sonido en varios idiomas también han sido previstos, de modo que haya comunicación e información para todos,
En suma este Centro Turístico está llamado a convertirse en el primero de la República, y tal vez del continente a tono con la tradición minera que caracteriza a Oruro y principalmente hoy, que su Carnaval fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, acontecimiento que naturalmente atrae corrientes de turistas de todas las latitudes del mundo.
Ojalá este complejo ya esté funcionando, aunque sea hasta fines de este año, sin ser pesimistas, pero somos conscientes que estimulará no sólo el turismo interno y externo, sino las propensiones educativas, formativas y culturales de la población orureña tan carente de centros de sano esparcimiento.
El prefecto no debe descuidar ningún detalle de este emprendimiento, que brindará contenido a la cultura viva de un pasado, que fue el sustento no sólo de la región, sino de la nacionalidad entera, y que además lo seguirá siendo por muchísimos años más.
Fuente: LA PATRIA
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