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Domingo 17 de febrero de 2013

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Revista Dominical

Falleció a los 96 años

Ernesto Espíndola deja la ilusión de convertir a Oruro en un vergel

17 feb 2013

Por: Rómulo Bracamonte Mercado

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Con una salva de fusilería y el sonar del clarín que interpretaba “silencio”, acompañado de la Banda de Músicos del Regimiento “Camacho” 1 de Artillería, su acongojada familia, amigos y personas piadosas, el viernes 8 del presente mes y año en curso, fue sepultado en el Cementerio General, Don Ernesto Espíndola Vilacha, maestro de profesión, último presidente de la Federación Departamental de Ex Combatientes de la Guerra del Chaco (Fedexchaco) y firme impulsor del proyecto de convertir a Oruro en un paraíso o vergel de árboles frutales.

De 96 años de edad, don Ernesto Espíndola, falleció el jueves 7 del presente mes, víctima de un paro cardiaco, dejando sumida en el llanto a su familia integrada por siete hijos y sus nueras, además de nietos y nietas, primos, sobrinos y otros familiares.

Fue elegido varias veces miembro del directorio de Fedexchaco, entidad de la que fue elegido su presidente, constituyéndose en el firme defensor de los pocos beneméritos de la contienda fratricida sostenida por Bolivia con el Paraguay, además de las viudas que aún viven en Oruro.

HOMENAJE

Durante las exequias fúnebres, recibió el homenaje del joven escritor e historiador orureño, Miguel Salas; de la también autora del libro “La Guerra del Chaco”, Elvira Cárdenas de Paravicini y Alfredo Vargas Oroza, éste último representando a las autoridades de la Carrera de Agronomía de la Universidad Técnica de Oruro, quienes coincidieron al referirse sobre la titánica labor que desarrolló don Ernesto con sus propios peculios y sin recibir cooperación alguna de las autoridades locales, a excepción de la Facultad de Agronomía, para su proyecto de convertir a Oruro en un paraíso o vergel de árboles frutales, levantando una estadística sobre la cantidad de viviendas o casas que cuentan con árboles frutales y sus diferentes variedades.

Miguel Salas, significó la vida de don Ernesto, que consagró su juventud a su Patria, vistiendo el uniforme militar para marchar a defender a Bolivia, al igual que miles de bolivianos, miles de los cuales no tuvieron la dicha de volver a sus casas, como don Ernesto, quien debe merecer homenaje por su honor y gloria. También ponderó su consagración a la vida docente, habiendo impartido educación a muchas generaciones de niños y jóvenes orureños. Se refirió finalmente, a la ingratitud de las autoridades por no reconocer la loable tarea cumplida por el Benemérito de la Patria, profesor y amante de Oruro, tierra agreste a la que tuvo la idea de convertirla con mucho éxito en paraíso o vergel de árboles frutales de diferentes especies y el impulsor de la plantación de árboles ornamentales con hoja perenne, en plazas, parques, avenidas, jardines y calles de la ciudad.

ADIÓS ORURO

La escritora Elvira Cárdenas de Paravicini, expresó que con don Ernesto, pasó varios días revisando la historia de las batallas de la Guerra del Chaco, que permitió plasmar en un libro, que fue publicado recientemente, como homenaje de reconocimiento y gratitud a los valientes soldados bolivianos, que supieron frenar el avance de los paraguayos a nuestro territorio ofrendando sus vidas en las candentes arenas del Chaco boreal.

Con lágrimas en los ojos, doña Elvira le dedicó el tema que, dijo, le gustaba cantar en vida a don Ernesto, “Adiós Oruro del Alma”, entonación que arrancó lágrimas de los presentes.

LA UTO CUMPLIÓ

“La Facultad de Agronomía de la Universidad Técnica de Oruro, ha cumplido con el proyecto del profesor y Benemérito de la Guerra del Chaco, don Ernesto Espíndola Vilacha, al haber plantado cientos de especies de árboles frutales de diferentes variedades en los predios que tiene la UTO, tanto en la Ciudad Universitaria, como en varias facultades y el Fundo Condoriri; también tienen en mente seguir con el legado que ha dejado don Ernesto, de plantar varias especies en otras poblaciones, como Challapata, Huanuni y otras”, señaló Alfredo Vargas Oroza, al hacer uso de la palabra en nombre de la UTO.

Añadió que junto al proyectista de convertir a Oruro en un vergel, se han realizado plantaciones de más de un centenar de árboles: manzanos, guindos, duraznos, ciruelas, peras y otros, compartiendo un hermoso día de regocijo con estudiantes y docentes en la Ciudad Universitaria, cuyos resultados ahora son halagadores.

Destacó también que junto al abogado Humberto Morales Rocha, don Ernesto Espíndola realizó la Primera Feria de la Fruta en Oruro, que se llevó a cabo el 16 de septiembre de 2007, donde al mismo tiempo, hizo entrega oficial del Padrón de Árboles Frutales a la Facultad de Agronomía, con el registro de 1.514 especies frutales.

AGRADECIMIENTO

Carlos Espíndola Aréa, médico y abogado, en representación de los hijos, testimonió el agradecimiento de la familia a los presentes, por el homenaje y las condolencias recibidas, significando las virtudes de ser un padre ejemplar que ha sabido inculcar buena educación, moral y honradez a sus hijos, nietos y sobrinos.

Don Ernesto Espíndola Vilacha, nació el 22 de noviembre de 1916 en Mohoza, provincia Inquisivi de La Paz, siendo sus padres: Liborio Espíndola y Deidamia Vilacha; contrajo matrimonio con doña Sofía Teresa Aréa Morales, con quien tuvo diez hijos, habiendo fallecido tres y viven seis varones y una mujer.

BENEMÉRITO

Se alistó a los 18 años, como buen boliviano, para la Guerra del Chaco, el 14 de mayo de 1934 y participó en diferentes batallas, hasta el armisticio en junio de 1935, sin embargo, tuvo que estar junto a su compañía un año más al cuidado de las pertenencias del Ejército de Bolivia, en el límite internacional fijado.

En el Regimiento “Florida” al que pertenecía, cubrió la retirada del cerco de Campo Vía, que el Ejército Paraguayo le hizo a los defensores del Chaco; también estuvo en la retirada del cerco de Picuiba, saliendo por la picada al Fortín “27 de Noviembre”, Fue puntal la actuación de su unidad en la retoma de Charagua, donde los paraguayos tomaron esa población por una semana, siendo decisiva la participación de la Batería 105 comandada por el Cnl. Seleme, que bombardeó a los paraguayos durante 24 horas sin descanso alguno de día y de noche, obligando a los enemigos a huir a su territorio, causando además muchas bajas que quedaron desparramadas en el terreno hostil, retomando los bolivianos Charagua. Relató que tras la reconquista de Charagua, continuaron hasta Santa Fe y llegar al Kilometro 40, donde lamentó que para Bolivia terminó la contienda bélica. Con la firma del armisticio o el cese de hostilidades el 14 de junio de 1935.

A su retorno don Ernesto Espíndola Vilacha, trabajó en la Región Militar Nº 2 en Oruro, por espacio de dos años.

Desde el año 2010 hasta el momento de su deceso, ocupó la Presidencia de la Federación de Ex Combatientes de la Guerra del Chaco de Oruro.

EDUCADOR

Estudió en la Normal Rural de “Santiago de Huata”, egresando con el título de Profesor de Primaria en 1944, también se de-

sempeñó como docente en la Normal de Warizata “Elizardo Pérez” La Paz, como profesor, educó a generaciones de niños en escuelas de los centros mineros de: Caracoles, Colquiri, Santa Fe y San José. Igualmente ocupó el cargo de Supervisor de Educación en las escuelas de: Santa Fe, Japo y Morocala.

AGRICULTOR

Habiendo desarrollado su niñez y parte de su juventud en Mohoza (cabecera de valle) su tierra natal, junto a su padre se dedicó a trabajos de la agricultura, plantando hortalizas y otras especies, profundizando sus conocimientos con la agropecuaria. Ya establecido en Oruro desde la época de los años 50, dedicó parte de su vida acompañado de su esposa e hijos a practicar la agropecuaria, haciendo plantaciones de árboles ornamentales y frutales en la zona Noreste de la ciudad, con la idea de transformar el páramo en un vergel, demostrando que el clima de Oruro no era tan agreste y que sí podía cambiar, cuyo resultado fue la exposición en la Plaza “10 de Febrero” con frutos obtenidos en árboles plantados en varias zonas de la ciudad.

Entre sus otras pasiones, don Ernesto Espíndola Vilacha, también fue escritor, plasmando la obra “Un Libro al Desnudo”, en el que narra aspectos de la vida cotidiana que le tocó pasar. También escribió varios artículos y comentarios que fueron publicados por medios escritos del país, principalmente relacionados con la contienda bélica del Chaco.

Fue apasionado hincha del club de sus amores “San José”, a cuyos partidos asistía asiduamente, además de haberse dedicado a otras actividades culturales en beneficio de la niñez y la juventud orureñas.

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