Alterar los valores de la historia por favores políticos es una gran ofensa
16 feb 2013
Fuente: LA PATRIA
Alterar los valores predominantes de la historia, de la tradición y de la querencia popular arraigada en el pueblo es una gran ofensa a la conciencia ciudadana, una muestra de total irrespetuosidad con los principios que rigen para mantener latente el reconocimiento hacia quienes legaron u ofrendaron su vida y su entereza a favor de intereses comunitarios y no de aquellos que son producto del servilismo político.
Lo que sucede en Oruro actualmente es la reacción que estuvo refrenada circunstancialmente por efecto de fechas cívicas y del Carnaval de manera continuada, impidiendo que la sociedad asuma defensa intransigente de valores históricos que deben ser respetados, como sucede con el Aeropuerto “Juan Mendoza” de Oruro que debe ser respetado.
Una propuesta de transacción de modificar una nominación a cambio de erigir un monumento de reconocimiento a una personalidad agraviada no es la mejor opción para dejar pasar un grave desliz de servidores públicos que llegaron a la Asamblea con el voto ciudadano y con la promesa de servir a esa colectividad y atender sus pedidos y expectativas. Lo que han hecho algunos asambleístas utilizando su rodillo partidario tiene un rechazo total de los segmentos más importantes de nuestra comunidad representados en las organizaciones laborales, en las juntas vecinales, en los niveles empresariales y comerciales, en la universidad y por supuesto en el movimiento cívico departamental que exigen mantener el nombre de Juan Mendoza en el aeropuerto orureño.
Pero hay algo más en ese trajín de tinte político y es el desconocimiento de algunas normas que rigen a nivel internacional, como por ejemplo señalar que todos los aeropuertos de operación legal, sean cuales fuesen sus condiciones reales, llevan un código internacional que implícitamente reconoce su nominación, la misma que no debería sustituirse ni siquiera con la remota idea de que un nuevo nombre favorecería a una supuesta promoción que amplíe los fines comerciales, en este caso del Aeropuerto de Oruro, nada más inútil, pues pesan más otras condiciones que son propias de la región, de sus pro-hombres, de su ubicación geográfica, del poder de su economía y de la historia que ha bautizado con nombre y apellido a su aeropuerto son cosas que no se pueden cambiar por el fanatismo partidista.
Los orureños de raigambre recuerdan los tiempos de bonanza de ésta ciudad, cuando a su aeropuerto con registro internacional llegaban las naves de Panagra, empresa que vendía boletos en la antigua Casa Grace hay que recordar que como producto de la actividad aérea que comienza en el aeródromo orureño, también se crea el primer Club de Aviación Civil denominado Quirquincho, con la venia del primer piloto Don Juan Mendoza y Nernuldez.
Hay muchas otras referencias que son parte de una larga historia de hechos trascendentales y que están ligados a la historia del país, por algo Oruro se consideró siempre como el centro de vinculación nacional y su corta y angosta pista de operaciones sirvió para grandes operaciones, por ejemplo la llegada diaria de los aviones “carniceros” que transportaban carne desde el Beni y Santa Cruz, producto que luego se entregaba para miles de familias en las minas más importantes en plena producción. Se trata de una historia que por efecto de estos hechos que comentamos ha inscrito al Aeropuerto “Juan Mendoza” de Oruro, en la agenda de líneas aéreas, de pilotos y de autoridades que consignaban su destino en el Aeropuerto “Juan Mendoza” de Oruro.
Fuente: LA PATRIA
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